Según los datos proporcionados el 31 de mayo por Julián Martínez Lizán, consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, la Comunidad Autónoma registra casi 11 millones de hectolitros de remanentes de vino y mosto, marcando un descenso del 30% respecto al período anterior. Esta cifra se desglosa en 9 millones de hectolitros de vino, 26% menos que en el ciclo anterior, y 1.5 millones de hectolitros de mosto.
El consejero ha compartido esta información con los medios minutos antes de participar en la reunión del Comité Regional Vitivinícola. Ha destacado que, a pesar de una producción «corta» relacionada con la presente campaña vitivinícola, se ha logrado un aumento considerado en el ritmo de comercialización. Como hito relevante menciona abril como «un mes récord» en la historia vitivinícola regional, al contabilizarse ventas por 90 millones de euros, superando cualquier marca precedente.
Lizán enfatiza que la calidad destacable de los vinos de Castilla-La Mancha, que están cobrando gran reconocimiento y obteniendo precios competitivos, es el resultado del compromiso y dedicación de los viticultores y enólogos, así como del meticuloso proceso de selección de uvas y el esmero puesto en la producción.
En el ámbito de mejoras e inversiones, resalta la aprobación de 42 iniciativas destinadas a la modernización de bodegas en la región, haciendo notar que es el segundo año consecutivo en el que se aprueban el total de las solicitudes, implicando una inversión de 26.7 millones de euros y respaldo en subvenciones de 12.5 millones. Estas cifras se suman a los esfuerzos continuos por mejorar la infraestructura vitivinícola bajo el mandato del presidente Emiliano García-Page, que comprenden 388 expedientes y una inyección financiera de 364 millones de euros, con 114 millones en subsidios.
Respecto a las perspectivas para la próxima temporada de cosecha, el consejero considera que es «un poco pronto», pero se muestra optimista sobre las estimaciones preliminares que indican una cosecha normal con posibles producción de 24 a 25 millones de hectolitros, reconocidos en un ambiente favorable de las últimas semanas. A pesar de los posibles contratiempos climáticos o enfermedades de los cultivos, Lizán resalta la importancia de datos de existencia bajos para una adecuada demanda.
Ante las inquietudes sobre la sustitución de cultivos de viñedo por almendros o pistachos, Lizán reconoce la preocupación por la posible reducción de área pero percibe que será una dinámica que eventualmente se estabilizará. Subraya la histórica relevancia de la viticultura en la región como «un baluarte económico» que representa el 5% del PIB.
Finalmente, dentro de los temas tratados en el Comité Regional Vitivinícola, el consejero menciona la revisión de la situación general delimber y el desarrollo de la futura Interprofesional Vitivinícola de Castilla-La Mancha, así como las modificaciones del pliego de IGP ‘Vinos de la Tierra de Castilla’, y la implementación de libros telemáticos digitales para las bodegas.