Castilla-La Mancha Presenta Alegato Contra la Eliminación del Premio de Tauromaquia Resaltando el Deber Estatal de Protección

C-LM alega formalmente contra la supresión del Premio de Tauromaquia recordando "la obligación del Estado" de protegerla

El Gobierno de Castilla-La Mancha ha presentado oficialmente sus alegaciones en contra de la decisión del Ministerio de Cultura de eliminar el Premio Nacional de Tauromaquia. El argumento sustentado por la Viceconsejería de Cultura castellano-manchega se basa en que no se justifica la supresión de dicho galardón en vista de que la protección, fomento y difusión de la Tauromaquia forman parte de las obligaciones del Estado, según sus propias declaraciones recogidas por Diario CLM.

El origen de este conflicto se encuentra en la iniciativa del Ministerio de Cultura que ha planteado una revisión de la Orden del 22 de junio de 1995, con la cual se establecen las bases de los premios nacionales del ministerio. La modificación propuesta busca suprimir el reconocimiento nacional hacia la Tauromaquia.

El Gobierno regional, liderado por Emiliano García-Page, enfatiza en sus alegaciones el carácter cultural de la Tauromaquia, que fue formalmente reconocido en la ley de 2013 que regula esta práctica. Además, señala que varias comunidades autónomas, incluyendo Murcia, La Rioja, Andalucía o Extremadura, han respaldado la dimensión cultural de la Tauromaquia dentro del ámbito nacional.

Desde el punto de vista del Gobierno de Castilla-La Mancha, la cancelación del Premio Nacional de la Tauromaquia por medio de una Orden Ministerial, basándose en una supuesta falta de valor cultural reconocido, representaría una posible contradicción con la ley de rango superior de la Ley de Tauromaquia de 2013.

Adicionalmente, la Administración autonómica sugiere que si la razón de fondo para la eliminación del galardón ha sido un cambio en la percepción social sobre la Tauromaquia, lo apropiado sería debatir sobre una modificación o anulación de la propia Ley de Tauromaquia, y no solo de su reconocimiento a través de premios nacionales, como reflejan las alegaciones. La polémica se encuentra abierta y las próximas actuaciones del Ministerio de Cultura podrían desencadenar un interesante debate sobre la evolución de las tradiciones y su lugar en la sociedad contemporánea.

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