El Gobierno de Castilla-La Mancha ha jugado un papel fundamental en la creación del intergrupo de Regiones Europeas Productoras de Vino, un espacio dentro del Comité Europeo de las Regiones que busca defender los intereses del sector vinícola de la región. La iniciativa tiene como objetivo impulsar proyectos conjuntos entre diversas regiones productoras de vino en España y Europa, promoviendo intereses comunes basados en objetivos similares.
En una reciente reunión, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, junto al vicepresidente segundo, José Manuel Caballero, intercambiaron ideas con Heinrich Dorner, consejero del Estado de Burgenland en Austria. Durante este encuentro, Caballero subrayó que la participación de Castilla-La Mancha en este intergrupo es crucial, resaltando que «no podía estar ausente en la creación de esta plataforma».
El vicepresidente recordó que el vino es un elemento que une a las regiones europeas y resalta la importancia del comercio internacional del sector frente a mercados extracomunitarios. En este contexto, destacó que Castilla-La Mancha es la mayor región productora de vino tanto de Europa como del mundo, lo que la convierte en un actor clave en la gestión del sector a nivel europeo, así como en la mejora de las condiciones de vida de los viticultores y en el desarrollo económico de la industria.
Caballero expuso que el compromiso del gobierno regional radica en trabajar de manera conjunta para abordar la regulación, la comercialización del vino y las posibles limitaciones que puedan surgir en relación al etiquetado de este producto. En cuanto a este último tema, argumentó que el objetivo es facilitar que las etiquetas reflejen de manera precisa la composición del vino sin que ello se convierta en un obstáculo para su venta.
El vicepresidente también enfatizó la importancia de promover una cultura del consumo moderado, evitando el alarmismo y las prohibiciones que, en última instancia, podrían generar efectos contrarios a los deseados. Destacó que la comercialización del vino tiene como finalidad mejorar las rentas de aquellos que lo producen, tanto en Castilla-La Mancha como en el resto de España y Europa.
Caballero se mostró optimista respecto a la normativa vigente sobre el etiquetado del vino, apuntando que muchas regiones y países de Europa, especialmente España, Francia, Italia, Alemania y Austria, comparten intereses comunes en este ámbito. Reiteró que el enfoque debe ser hacia la cooperación para alcanzar un acuerdo en lugar de imponer restricciones.
Finalizó afirmando que el Gobierno de Castilla-La Mancha confía en que las instituciones de la Unión Europea continúen defendiendo los intereses del vino y de sus productores, asegurando que la región estará comprometida y activa en la defensa del sector ante estos organismos.
