El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha ha organizado dos nuevas ediciones del curso ‘Camina Castilla-La Mancha’, dirigido a personal médico y de enfermería de los centros del sistema sanitario público regional y que tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de las personas con diabetes tipo 2 a través del abordaje integral del pie diabético.
Tras la buena aceptación de las dos ediciones anteriores celebradas el año pasado, el SESCAM ha vuelto a programar este curso, elaborado en colaboración con MSD y avalado por diferentes sociedades científicas como SEMERGEN, SEMFyC, Fede, Faecap, RedGPDS o SEMI.
Se desarrollará a través de la plataforma e-formación del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha entre el 14 de septiembre y 30 de octubre -en la que van a participar más de 200 profesionales-, y entre el 2 de noviembre y 18 de diciembre.
El SESCAM mantiene su apuesta por este proyecto innovador y relevante que contribuye a la capacitación en prevención y manejo del pie diabético en Atención Primaria, ya que los profesionales que trabajan en este ámbito asistencial desempeñan un papel clave en el reto de evitar que el pie sano del paciente con diabetes tipo 2 se convierta en pie diabético abordando precozmente los factores de riesgo que puedan provocarlo.
El pie diabético es una de las complicaciones más comunes de la enfermedad diabética y uno de los principales motivos de consulta. Requiere de una atención permanente, además de una cuidada higiene por parte de las personas afectadas ya que según su grado de desarrollo puede dar lugar a la aparición de graves úlceras y provocar la amputación total o parcial del pie.
La concienciación y sensibilización de los profesionales de Atención Primaria sobre la importancia de la detección precoz del pie diabético y otras úlceras que pueden afectar a estos pacientes es fundamental con el fin de disminuir su incidencia. Se calcula que uno de cada siete pacientes con diabetes pueden tener alguna úlcera en el pie al menos una vez en su vida y de éstos, uno de cada cuatro posibles amputaciones.
En este sentido, y para prevenir estas consecuencias, el programa formativo aborda tres niveles de intervención: que un pie normal no se convierta en pie de riesgo; que en un pie de riesgo no aparezca una úlcera, y que la úlcera no derive en complicaciones mayores.
Entre los objetivos específicos del curso destaca la formación continuada en la prevención y manejo del pie diabético en Atención Primaria; la coordinación entre este ámbito asistencial y la atención Hospitalaria y sociosanitaria; la adaptación e implantación de guías y recomendaciones al ámbito asistencial; el desarrollo de programas educativos específicos para potenciar el autocuidado del paciente; y la evaluación de la efectividad del programa a través de los indicadores de proceso y los resultados intermedios y finales.
El curso consta de tres partes. La primera de ellas aborda los factores asociados al pie diabético como el control glucémico, la identificación de deformidades en los pies y anomalías en el calzado en diversas sesiones multimedia en las que intervienen expertos en endocrinología, medicina de familia o enfermería.
La segunda parte está dedicada a la prevención y gestión integral del paciente y cribado del pie de riesgo, mientras que la última parte se dedica al manejo de las úlceras del pie diabético, en situaciones normales y cuando surgen complicaciones, y al estudio de los criterios derivación.
Tanto el funcionamiento del curso como el desarrollo de los contenidos está tutorizado y dinamizado por dos médicos y otras tantas profesionales de Enfermería del grupo de expertos en pie diabético del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha.
En las dos ediciones celebradas el año pasado participaron unos 600 profesionales del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, con un porcentaje de aprobados superior al 85 por ciento y una valoración del mismo muy satisfactoria.
La programación de este tipo de cursos enlaza directamente con los objetivos que se ha marcado la Consejería de Sanidad dentro de la nueva Dirección General de Cuidados y Calidad, entre los que se encuentra conceder un mayor protagonismo a los cuidados y autocuidados, el desarrollo de la salud comunitaria y la continuidad asistencial.