En un significativo impulso hacia la cultura y el arte, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha anunciado que recibirá 1,1 millones de euros destinados a diversas iniciativas culturales. Este anuncio fue realizado por el consejero de Educación, Cultura y Deportes, Amador Pastor, durante la Conferencia Sectorial de Cultura que se celebró en San Millán de la Cogolla, La Rioja. Junto a él, estuvo presente la viceconsejera de Cultura y Deportes, Carmen Teresa Olmedo.
De los 1,1 millones de euros asignados, más de 402.000 euros estarán destinados a ayudar a las salas cinematográficas de la región. Pastor destacó la importancia de estas salas en el desarrollo económico y la creación de empleo, subrayando su papel en la conservación de la diversidad cultural y el patrimonio cinematográfico.
Asimismo, se destinarán más de 240.000 euros a proyectos de arte y educación. El objetivo principal de estas ayudas será activar y conectar a los agentes culturales y artísticos con los centros educativos, permitiendo así el desarrollo de proyectos artístico-educativos que se adapten a las realidades locales y a las necesidades específicas de cada comunidad educativa.
Según Amador Pastor, estas iniciativas están diseñadas para fomentar en los escolares el desarrollo de sus capacidades artísticas y creativas. También se busca mejorar su comprensión de las distintas prácticas artísticas a través de la experimentación, creando así las bases que les permitan participar de manera activa y plena en la vida cultural desde una edad temprana.
Por otro lado, la Conferencia Sectorial de Cultura ha aprobado destinar aproximadamente 448.000 euros al fomento y diversificación de actividades culturales en áreas rurales. El consejero destacó que esta inversión tiene como finalidad fortalecer a los agentes culturales en estas zonas, dotándolos de las herramientas necesarias para garantizar la sostenibilidad de sus proyectos y mejorar la competitividad en el sector.
Además, se promoverá el trabajo en red, contribuyendo a un sector cultural más diverso y sólido, que beneficie no solo a los grandes núcleos urbanos, sino también a las áreas rurales. Este enfoque busca incrementar la actividad cultural y garantizar los derechos culturales de los ciudadanos en estas regiones, fomentando así el desarrollo social y territorial sostenible a través de la cultura.