El Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha ha puesto en marcha su nuevo ‘Plan de Prevención y Gestión de Residuos 2030’, una táctica integral que cuenta con un financiamiento de 26,5 millones de euros y que ha sido avalada por la Comisión Europea, en virtud de cumplir íntegramente con las directivas europeas en la materia.
La consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, ha compartido detalles del plan en una conferencia de prensa, donde se enfatizó su enfoque en la prevención. Con 14 principios que orientan la estrategia y 39 acciones detalladas, el plan aspira a sentar las bases para manejar adecuadamente los distintos tipos de residuos generados en la región.
Los ambiciosos objetivos del plan incluyen la protección del medio ambiente, la promoción de la salud pública, el impulso a las prácticas de economía circular mediante la reutilización y el reciclado, así como la mitigación de los efectos relacionados con el cambio climático.
Los 26,5 millones de euros asignados cubren un periodo de cuatro años, pero se espera que la inversión aumente con la inclusión de fondos Feder, ampliando así el alcance del plan hasta el año 2030. Entre las iniciativas financiadas se encuentran la mejora de infraestructuras, la adquisición de nuevos equipos y maquinaria, y la promoción de programas de sensibilización ambiental. Este plan está diseñado para ser revisado cada media década, permitiendo actualizaciones continuas en lugar de crear nuevos planes.
La región castellano-manchega acumula la generación de 2,7 millones de toneladas de residuos, de los cuales el 40% corresponde a la gestión municipal, que principalmente incluye desechos orgánicos, envases, papel, cartón y vidrio. Los puntos limpios son una de las instalaciones contempladas para ampliar el espectro de recogida de residuos.
En cuanto al 60% de los residuos restantes, más de la mitad son de construcción y demolición, un 18% de origen agrario y un 7% provienen de lodos de depuradora. El plan se estructura en torno a 11 objetivos estratégicos para abordar la gestión eficiente de estos desechos.
Finalmente, la consejera Gómez reveló que parte de la estrategia también consiste en preparar legislativamente a Castilla-La Mancha para atraer a empresas especializadas en el tratamiento y valorización de residuos. Algunas de estas compañías podrían contribuir a la descarbonización de sectores clave, como el aeronáutico, despertando ya interés en diversos inversionistas.
