En el año 2024, la comunidad de Castilla-La Mancha ha registrado que 55.756 personas han optado por el teletrabajo. Esta cifra, pese a su importancia, sólo representa un 6,3 % del total de individuos ocupados en la región. Este porcentaje sitúa a Castilla-La Mancha en los últimos puestos en cuanto a adopción del trabajo a distancia en el país.
A nivel nacional, la tendencia hacia el teletrabajo ha ido en aumento, impulsada en buena medida por las nuevas dinámicas de trabajo surgidas tras la pandemia de COVID-19. Sin embargo, la adopción de esta modalidad no ha sido homogénea en todo el territorio español, y Castilla-La Mancha es un ejemplo claro de regiones que presentan una evolución más lenta en este aspecto.
Diversos factores podrían explicar la situación de la comunidad manchega, entre ellos, la presencia de sectores laborales en los que la presencialidad sigue siendo esencial, o bien la falta de infraestructura tecnológica y cultura empresarial que facilite esta transición. Mientras otras comunidades han avanzado significativamente en este ámbito, Castilla-La Mancha enfrenta el reto de aumentar esta cifra para alinearse con las tendencias laborales más actuales.
La información publicada inicialmente por la Unión General de Trabajadores (UGT) de Castilla-La Mancha resalta la necesidad de políticas y acciones que fomenten el teletrabajo, promoviendo no sólo sus beneficios en términos de conciliación de la vida laboral y personal sino también aligerando la carga sobre los sistemas de transporte y el medio ambiente. La perspectiva de años venideros será clave para evaluar si la región logra incrementar su porcentaje de teletrabajadores y equipararse a otras áreas del país con un nivel más elevado de trabajo a distancia.
Fuente: UGT Castilla-La Mancha