A lo largo de 2025 se llevará a cabo la primera evaluación intermedia de la ‘Estrategia regional frente a la Despoblación’ en Castilla-La Mancha, con el objetivo de valorar el cumplimiento de los objetivos establecidos y conocer las medidas implementadas hasta la fecha. La consejera Portavoz, Esther Padilla, ha adelantado que el grado de implantación de esta estrategia en la región es del 54,4 por ciento.
Padilla ha recordado que la principal herramienta de aplicación de la Ley de medidas contra la Despoblación es esta estrategia, un instrumento que tiene una vigencia de diez años y que fue aprobado en diciembre de 2021, poco después de la promulgación de la Ley.
En cuanto a los resultados obtenidos hasta el momento, la consejera ha destacado que el 94 por ciento de las actuaciones previstas están ya en marcha, lo que implica que solo un 5,7 por ciento no se ha iniciado aún. Además, casi la mitad de estas actuaciones, un 44 por ciento, se encuentran en un grado de desarrollo avanzado a solo dos años de la implementación de la Estrategia.
En su análisis, Padilla también ha informado que cerca del 9 por ciento de las actuaciones ya han finalizado, a pesar de que solo ha transcurrido un 20 por ciento del plazo de duración de esta medida estratégica. Por otra parte, ha subrayado que casi el 38 por ciento de las acciones planteadas están en una fase más que iniciada y se encuentran en pleno desarrollo.
Ante estos resultados, Padilla ha destacado el éxito alcanzado gracias a las políticas diseñadas contra la despoblación en la región. Afirmó que el saldo migratorio acumulado en las áreas de extrema, intensa y en riesgo de despoblación entre 2021 y 2023 es positivo, con un incremento de 15.423 personas, lo que representa el 22,7 por ciento del saldo migratorio total de Castilla-La Mancha en ese mismo período. Esta cifra indica que una de cada cuatro personas que se mudan a la región eligen residir en estos territorios afectados por la despoblación.
Además de este saldo migratorio positivo, la consejera ha resaltado los incentivos creados para atraer a nuevos residentes a los pueblos más afectados, incluyendo bonificaciones fiscales. Hasta la fecha, un total de 89.313 contribuyentes han podido beneficiarse de estas deducciones vinculadas a la lucha contra la despoblación.
Por último, Padilla ha enfatizado que Castilla-La Mancha se ha convertido en un referente internacional en la lucha contra la despoblación, siendo un modelo a seguir que ha sido presentado en diversas localidades de Europa, como Polonia y París, así como en el foro mundial de la ONU Hábitat en El Cairo.