Este lunes se ha dado a conocer la consulta previa de participación del Plan de Biometanización de Castilla-La Mancha 2024-2030, diseñado para optimizar el uso de residuos agroganaderos en la región, apoyando así los ideales de la economía circular. La consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, destacó la relevancia de este plan en la mejora del aprovechamiento de estos residuos antes de su encuentro con el presidente de Cooperativas Agroalimentarias, Ángel Villafranca, y otros miembros importantes de la organización.
El plan es una estrategia específica que promueve la producción de un gas renovable, el biometano, apuntando a la descarbonización, la disminución de la dependencia energética externa y la propulsión de la economía circular, con hincapié en la valorización de residuos de la comunidad autónoma. Esta acción responde al creciente interés por los gases renovables a nivel nacional y europeo y está alineada con el Plan Estratégico para el Desarrollo Energético de Castilla-La Mancha, Horizonte 2030.
Dentro de las ventajas que ofrece el biometano se encuentran el autoconsumo, ahorro energético, y un impulso hacia la descarbonización de las empresas, lo cual podría contribuir significativamente al desarrollo rural mediante la promoción de la agricultura sostenible y la creación de oportunidades económicas y sociales. Se estima que la región podría producir aproximadamente 20,2 TWh por año de biometano, situándola en tercera posición a nivel nacional en cuanto a su potencial de producción.
La Consejería de Desarrollo Sostenible, apoyada por un convenio firmado en 2023, trabaja en colaboración con Cooperativas Agroalimentarias para facilitar diversos estudios y alternativas en la gestión de residuos. Además, se han examinado posibles mejoras en temas clave que afectan al sector agroalimentario, incluida la posibilidad de apoyo para proyectos relacionados con la huella ambiental en cooperativas.
En el marco de esta cooperación, la alcaldesa de Alcázar de San Juan, Rosa Melchor, y Ángel Villafranca han señalado la importancia del uso eficiente y conservación del agua, resaltando la necesidad de políticas innovadoras de investigación que permitan la agricultura con un menor consumo hídrico.
Con estos esfuerzos, el Gobierno regional y los líderes de las cooperativas agroalimentarias se comprometen con una meta común: establecer prácticas sostenibles y eficientes que beneficien al sector agroalimentario de Castilla-La Mancha y que apoyen el desarrollo sostenible.
