Castilla-La Mancha impulsa la adaptación de bosques al cambio climático con el proyecto Life ‘RedBosques-Clima’

Toledo, 19 de noviembre de 2025.- El Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de la Consejería de Desarrollo Sostenible, ha participado activamente en el proyecto europeo Life RedBosques-Clima, “una iniciativa pionera que se puso en marcha hace cuatro años y que ha servido para dar un paso decisivo hacia una gestión forestal adaptativa que protege la biodiversidad y refuerza la capacidad de nuestros bosques para afrontar el cambio climático frente a fenómenos extremos como las sequías mediante soluciones basadas en la naturaleza”.

De esta forma lo ha señalado la directora general de Medio Natural y Biodiversidad, Susana Jara, que ha inaugurado el evento final celebrado este miércoles en Toledo, junto al resto de socios, destacando que “el proyecto ha desarrollado herramientas innovadoras para evaluar la vulnerabilidad de los bosques y establecer estándares de calidad en las acciones de adaptación. Entre ellas destaca un índice de riesgo frente a la sequía, que ha revelado que la mayoría de los bosques españoles son muy vulnerables debido a su homogeneidad y baja diversidad”.

Metas del Proyecto

Como se ha explicado durante la jornada, el proyecto LIFE RedBosques-Clima ha trabajado desde 2021 con tres metas estratégicas. En primer lugar, promover buenas prácticas de adaptación en la gestión forestal mediante herramientas que faciliten la implantación de soluciones naturales, incluyendo un índice de vulnerabilidad y un protocolo de calidad para las medidas de adaptación.

En segundo lugar, implementar actuaciones piloto en diferentes tipos de bosque para mejorar su capacidad de adaptación, con participación de administraciones, propietarios y agentes locales. Y finalmente, fomentar la transferibilidad y replicación de los resultados en todo el territorio, implicando a los principales agentes de gestión forestal.

Colaboración y Financiamiento

El proyecto, cofinanciado por la Unión Europea a través del programa LIFE Climate Action, ha sido coordinado por la Fundación Fernando González Bernáldez, y ha contado con la participación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la Generalitat Valenciana, VAERSA, la Generalitat de Catalunya y el Gobierno Vasco, junto con el CREAF como socio científico. El presupuesto total ha sido de 1,57 millones de euros, de los cuales el Gobierno regional ha aportado 63.900 euros con fondos propios.

Actuaciones en Castilla-La Mancha

Susana Jara ha explicado que el Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de la Dirección General de Medio Natural y Biodiversidad, ha liderado una de las acciones piloto más relevantes del proyecto: la restauración de la diversidad forestal en el Parque Natural Sierra Norte de Guadalajara, donde se han aplicado técnicas de selvicultura orientadas a favorecer la madurez y heterogeneidad del bosque, favoreciendo el desarrollo de frondosas como robles, hayas o abedules y recuperando mosaicos con pastizales y matorrales de alta montaña mediterránea.

“La restauración ecológica en la Sierra Norte de Guadalajara es un ejemplo de cómo la colaboración europea y la ciencia aplicada son claves de cara a transformar nuestros paisajes para afrontar el cambio climático”, ha enfatizado. Esta actuación se ha llevado a cabo en el Monte de Utilidad Pública nº 276 ‘Cuartel del Monte’ en Peñalba de la Sierra, sobre una superficie de 174,28 hectáreas, con un potencial de replicabilidad futura de más de 20.000 hectáreas sólo en el parque natural.

Resultados del Evento Final

El evento final celebrado en el Palacio de Benacazón ha servido para conocer los principales resultados del proyecto, con la participación de socios, expertos científicos y representantes de las administraciones, a través de tres mesas temáticas.

Durante la primera mesa se ha presentado el índice de evaluación del riesgo frente a la sequía, que revela la alta vulnerabilidad de los bosques españoles por su homogeneidad y baja diversidad. Además, permite identificar las características del bosque que otorgan una mayor resiliencia, como la diversidad de especies de árboles, la coexistencia de pies de diversas edades, y la existencia de claros o discontinuidades, lo que ha llevado a proponer medidas de adaptación para potenciar estas características.

La segunda mesa ha tratado sobre cómo se han aplicado estas herramientas en tres casos demostrativos, incluyendo la generación de un paisaje forestal en mosaico en el Parc Natural dels Ports (Tarragona), la promoción de la diversidad de especies en los pinares de repoblación del Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara, y la disminución de la homogeneidad en las plantaciones de pinos en Castellón, Valencia y Alicante.

Finalmente, la tercera mesa ha debatido sobre los retos y desafíos que enfrenta la adaptación al cambio climático en la vasta extensión del territorio forestal español, así como las dificultades y oportunidades identificadas para extender las medidas propuestas por el proyecto a otros territorios similares.

Entre las barreras destacan la falta de rentabilidad económica de muchas actuaciones de adaptación y la dificultad de encontrar mano de obra suficiente, especialmente en territorios despoblados. Sin embargo, se han propuesto sinergias con las políticas de conservación de la biodiversidad y la Ley de Restauración de la Naturaleza como oportunidades para superar estas barreras.

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