La Fundación Ecolec, una entidad sin fines de lucro dedicada al reciclaje de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), ha procesado en Castilla-La Mancha 7.279 toneladas de este tipo de desechos durante el año 2022, lo que representa una recolección de 12,08 kilogramos por habitante.
Luis Moreno, director general de la Fundación Ecolec, interpretó esta cifra como una demostración del compromiso de los residentes de la región con el reciclaje de RAEE, el cuidado del medio ambiente y la economía circular.
En ese sentido, Moreno enfatizó la responsabilidad de los ciudadanos de la región en el reciclaje de residuos electrónicos y eléctricos. «La población de esta comunidad está muy sensibilizada en este aspecto», afirmó.
Por otro lado, de las 7.279 toneladas totales gestionadas en Castilla-La Mancha, la mayoría corresponde a residuos de origen doméstico (6.459 toneladas), mientras que el resto proviene del ámbito profesional (820 toneladas).
100 millones de kg de RAEE gestionados por sexto año consecutivo
A nivel nacional, Fundación ECOLEC ha alcanzado la cifra de 118.377 toneladas de dichos residuos correctamente gestionados en 2022. De esta forma se convierte en el único sistema colectivo de responsabilidad ampliada del productor (SCRAP) de España en superar las 100.000 toneladas anuales de RAEE correctamente gestionados durante seis ejercicios consecutivos.
Importancia de reciclar la basura electrónica
Cada año se generan cerca de 50 millones de toneladas de residuos electrónicos en el mundo, siendo el tipo de residuo que más aumenta debido entre otras razones al consumo masivo de aparatos eléctricos y electrónicos, la digitalización y los avances tecnológicos. Según E-Waste Monitor 2020 se estima que en 2050 podrían producirse 100 millones de toneladas de estos residuos, siendo su tasa de reciclaje inferior al 20 por ciento en la actualidad.
“Hay muchas evidencias que demuestra que el reciclaje de nuestros RAEE es esencial. Por ejemplo, un frigorífico mal reciclado emite a la atmósfera gases de efecto invernadero equivalentes a las emisiones de un coche en 15.000 kilómetros”, ha recalcado Luis Moreno. Además, ha querido hacer especial hincapié en que “las consecuencias de no reciclar correctamente nuestros aparatos electrónicos cuando dejan de funcionar se agravan en aquellos puntos del Planeta donde la extracción de materias primas para fabricar estos productos produce graves impactos sociales y medioambientales”.
Todos los dispositivos eléctricos que se usan en el día a día pueden tener una segunda vida si se reciclan correctamente. Cada usuario se convierte en el actor principal de un proceso en el que se puede dar un final apropiado que, por un lado, ofrezca la posibilidad de su reutilización y, por otra parte, ayude a un desmontaje y una descontaminación sostenible, responsable y respetuosa con el Medio Ambiente.