Castilla-La Mancha conmemoró el décimo aniversario del reinado de Felipe VI, con el presidente de la comunidad autónoma, Emiliano García-Page, destacando la capacidad del monarca para estar «a la altura de las exigencias del cargo» en tiempos de coyunturas políticas cambiantes y convulsas. García-Page reconoció la labor del Rey precisando que, a pesar de no poder «influir o intervenir» en política, su legitimación y ejercicio han sido eficaces y serán aún más beneficiosos para el futuro de España.
El acto de Izado de Bandera Solemne en la Base Aérea de Albacete ofreció un marco para que los concejales del equipo de Gobierno de la ciudad, Lucrecia Rodríguez de Vera y Francisco Villaescuela, en nombre del Ayuntamiento, agradecieran a Su Majestad por la «ejemplaridad y transparencia» en el cumplimiento de sus funciones constitucionales. El coronel Ignacio Zulueta, jefe de la Base Aérea de Albacete y del Ala 14, dictó un bando especialmente con motivo de esta fecha simbólica.
En una instancia paralela, la portavoz del Gobierno de la Diputación provincial de Ciudad Real, Rocío Zarco, felicitó al Rey por estos diez años, que han representado la instauración de «una monarquía renovada y para un tiempo nuevo». Dicha felicitación se acompañó de una carta personal enviada por el presidente de la Diputación, Miguel Ángel Valverde, al Palacio de la Zarzuela.
La Guardia Civil de Ciudad Real sumó a los homenajes con un protocolario izado de la bandera española, evento que estuvo apoyado por la presencia y participación de un piquete de honores y las secciones de distintos rangos de la institución.
Estas celebraciones en diferentes partes de Castilla-La Mancha reflejan la unidad y el reconocimiento hacia la figura del Rey Felipe VI y su década de servicio a España, resaltando su vocación de servicio público y su contribución a mantener la unidad y permanencia del país.