El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, ha puesto de manifiesto este miércoles la cautela del Ejecutivo autonómico respecto a la creación de una Interprofesional del Vino en la Comunidad Autónoma. Durante su intervención previa a la reunión del Comité Regional Vitivinícola en Toledo, ha expresado el deseo del Gobierno de evaluar primero la receptividad del sector hacia esta iniciativa.
Consciente de la necesidad de consenso, Martínez Lizán ha enfatizado la importancia de avanzar con mesura: «Intención tenemos pero, lógicamente, tendrá que ser algo que queremos trabajar sensatamente, muy pausadamente». El consejero señala que el éxito de esta entidad dependerá del acuerdo unánime en el sector, advirtiendo que cualquier desacuerdo inicial podría conducir a su fracaso.
La intención del Gobierno, según Martínez Lizán, es actuar en la dirección que el sector productivo desee, regulando las actividades de forma ordenada para que «trabajar todos en la misma línea», bajo «unas mismas normas de juego», resulte en un mayor beneficio para las empresas vitivinícolas.
El titular de la cartera agraria ha destacado que el fin último de la interprofesión sería fortalecer la economía de las empresas relacionadas con la producción vitivinícola. Esta mejora podría alcanzarse a través de la colaboración y el entendimiento mutuo dentro del sector.
Para Julián Martínez Lizán, el punto de partida de cualquier acuerdo debe ser el producto que une a todos los actores de la industria: la uva. Ésta, que es la base para la elaboración de vino, alcoholes, vinagres y mostos, representa el objetivo común que impulsa el trabajo conjunto del sector. Con este enfoque, el Gobierno regional busca facilitar la comunicación y el trabajo coordinado entre los diferentes sectores con el fin de promover un desarrollo armónico y rentable de la vitivinicultura en la región.
