El sector biotecnológico experimentó un considerable incremento en inversión en I+D durante el 2022, marcando un crecimiento del 13% que se tradujo en una cifra global de 2.565 millones de euros. Este aumento refleja un movimiento significativo en la industria, especialmente entre las empresas del ramo cuya aportación a este rubro ascendió en un 17,8%, representando así el 47,7% de la inversión total, según ha informado el Instituto de Estadística (INE).
La importancia de la biotecnología en el total de las actividades de I+D interna queda reafirmada al constatar que el 13,3% de dichas actividades fueron destinadas a este campo de especialización. Analizando la ejecución por sectores, se percibe que las empresas no solo son las que más aportaron en términos absolutos, sino que también son las que más incrementaron su gasto en comparación al año anterior, con un aumento del 17,8%. Por su lado, el sector de la Enseñanza Superior también vio un aumento en su inversión, aunque menor, situándose en un 10,8%.
En cuanto a la distribución por sectores de ejecución, las empresas se colocaron a la cabeza con casi la mitad del gasto en biotecnología (47,7%). Les siguieron la Administración Pública con un 30,2%, la Enseñanza Superior con un 21,6% y las Instituciones Privadas Sin Fines de Lucro (IPSFL) con un modesto 0,4%.
La financiación principal para estas actividades provino en su mayoría de las propias empresas (44,4%) y del sector público a través de la Administración Pública (40,1%).
Respecto a los recursos humanos dedicados a la investigación en biotecnología, el colectivo estuvo compuesto por 22.325 profesionales, de los cuales 35.301 trabajaron a jornada completa. Notablemente, más de la mitad de este personal eran mujeres, constituyendo un 54,0% del total.
Las aplicaciones resultantes de la I+D en biotecnología se centraron principalmente en los sectores de salud humana y alimentación, los cuales acapararon el 48,7% y 32,4% de las unidades de I+D, respectivamente.
Finalmente, el análisis por comunidades autónomas reveló un panorama variado en la distribución de fondos para I+D en biotecnología. Cataluña lideró la inversión con un 31,5%, seguida por la Comunidad de Madrid con el 26,9% y Andalucía con un 9,6%. Les siguieron la Comunidad Valenciana con un 7,8%, País Vasco con un 5,9%, Galicia con un 5%, Castilla y León con un 2,9% y Navarra con un 2%. Por otro lado, Castilla-La Mancha figuró entre las regiones con menor inversión, aportando únicamente un 1,4% del total. Las cifras disminuyen aún más en comunidades como Murcia, Aragón, Asturias, Canarias, La Rioja, Cantabria y Extremadura, todas por debajo del 2% en su aporte a la I+D en biotecnología.
