Aunque tras dos años hemos podido decir adiós al uso de las mascarillas, hay otros hábitos que ha dejado la pandemia que tardará mucho tiempo en desaparecer, incluso se puede dar que no desaparezcan nunca, tal y como hemos podido leer en el portal lucha contra virus.
De acuerdo con el informe “La factura del Covid en los hogares españoles” elaborado por el Grupo Mutua Propietarios, especialista en soluciones integrales alrededor de la propiedad inmobiliaria, un 76% de los españoles asegura que seguirá pidiendo comida a domicilio, mientras que un 80% afirma que continuará haciendo uso de las plataformas digitales para consumir televisión a la carta. Sin embargo, quien ha ganado la partida a la pandemia han sido los fogones: un 82% de los españoles asegura que seguirá cocinando tanto o más que durante la crisis.
“La mayor permanencia en nuestras casas unida a las nuevas tecnologías han acelerado la adopción de algunos hábitos que por su comodidad o por simplificarnos la vida, hemos incorporado a nuestro día a día”, explica Laura López Demarbre, Directora de Estrategia del Grupo Mutua Propietarios.
En el lado opuesto, se encuentran los hábitos que se prevé que vayan estabilizándose, aunque no desapareciendo. En concreto, un 48% de los españoles cree que dejará de teletrabajar; un 43% de hacer deporte en casa; y un 45% de relacionarse de forma virtual.
Y es que, para hacer frente a estas nuevas necesidades, un 30% de los hogares de Castilla-La Mancha ha contratado plataformas de televisión durante la pandemia, y que un 33% ha invertido en equipos informáticos para equipar a sus hogares con las herramientas tecnológicas necesarias para relacionarse de forma virtual o teletrabajar.
Lo que la pandemia nos costó.
De acuerdo con el estudio realizado por el Grupo Mutua Propietarios, el importe medio de los gastos realizados para hacer frente a las necesidades derivadas del coronavirus, tanto en adaptación del hogar como en material de protección, ascendió a 1.199,46 euros por hogar en Castilla-La Mancha.
Al pasar por un filtro económico las costumbres que hemos incorporado a raíz de la pandemia, nos encontramos con una visión dispar en función del hogar. Mientras que hábitos como pedir comida a domicilio; las plataformas de televisión o el uso intensivo de internet, tienen una percepción de gasto, otros como cocinar o hacer deporte en casa se perciben como un ahorro puesto que la alternativa, comer fuera o ir a un centro deportivo, significa un mayor importe.
En este punto, es de destacar la posición ambigua del teletrabajo, que es visto de forma similar como ahorro o gasto puesto que se ponen en la balanza los gastos que genera trabajar en casa frente al ahorro del desplazamiento hacia el centro de trabajo.
Teniendo en cuenta estas variables, la factura media que el Covid’19 en ha dejado en los hogares castellanomanchegos entre marzo de 2020 y septiembre de 2021 encuentra su importe superior en las reformas (363,18 €); seguido de los materiales de protección frente al virus (278,44 €); el incremento de los costes de la luz (140,80 €); y el mobiliario necesario para adaptar el entorno (86,59 €).
Si bien algunos de los gastos realizados durante la crisis sanitaria se hubieran llevado a cabo de igual manera – electrodomésticos o mobiliario- hay otros cuyo desencadenante está estrechamente vinculado a los nuevos hábitos derivados de la pandemia. Es el caso de la contratación de plataformas digitales (29,85 €), la compra de material deportivo (67,95 €) o la compra de equipos informáticos (137,95 €).
En este apartado, es también destacable el papel que el hogar ha jugado durante la crisis sanitaria y la percepción de que es necesario cuidarlo. De hecho, un 45% de los castellanomanchegos considera que la pandemia le ha hecho valorar más su hogar y que, por tanto, seguirá invirtiendo en su conservación
Finalmente, el informe del Grupo Mutua Propietarios concluye que un 41% de los hogares de Castilla-La Mancha asegura salir de este periodo “más pobre” debido, fundamentalmente, al incremento de los gastos derivados del teletrabajo (34%); el descenso de los ingresos (39%); la subida del precio del alquiler (42%); las afectaciones por ERTE (21%); las pérdidas en inversiones (14%) o el despido de algún miembro del hogar (18%).