El Gobierno de Castilla-La Mancha ha anunciado una inversión de más de 630.000 euros durante el año 2025 para la rehabilitación del patrimonio histórico en la Comunidad Autónoma. Esta información fue proporcionada por el consejero de Educación, Cultura y Deportes, Amador Pastor, durante su visita a la Escuela de Arte de Toledo, donde inspeccionó los trabajos de rehabilitación del antiguo muro del Convento de Santa Ana y de los accesos al área del Horno de Botella, ambos proyectos financiados a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Amador Pastor destacó que esta suma se añade a los casi cinco millones de euros que se han destinado en los últimos años a la conservación del patrimonio, lo que eleva el total de inversiones a 5,7 millones de euros, repartidos en 24 actuaciones. Entre estas intervenciones, el consejero se refirió a las realizadas en la Escuela de Arte de Toledo, donde se destinaron más de 344.000 euros a la rehabilitación del Edificio de Hornos y más de 233.000 euros para el muro del convento.
En total, cerca de 577.000 euros han sido invertidos en la Escuela de Arte, lo que refleja el compromiso del Gobierno de Emiliano García-Page con el patrimonio cultural de la región. Las intervenciones en Toledo también incluyen trabajos previos en el Castillo de San Servando.
La intervención en el Edificio de Hornos, financiada por los Fondos ‘Next Generation’ de la Unión Europea, ha permitido recuperar el valor histórico y cultural del espacio, que alberga un horno tipo botella y una mina de agua. Las obras incluyeron la consolidación de la estructura, la limpieza del interior y la adecuación del acceso, así como la recuperación de los antiguos taludes para facilitar el drenaje del agua de lluvia.
El horno tipo botella, propio de la producción de cerámica industrial inglesa, es un ingenio poco frecuente en España y está ubicado en un pabellón construido a principios del siglo XX. Por su parte, la rehabilitación del muro del convento de Santa Ana se debió al colapso de una parte de la estructura a causa de las intensas lluvias de junio de 2024, que también revelaron los restos del antiguo muro de delimitación del convento.