Castilla-La Mancha declara tres días de luto por los desastres en Letur y Mira tras las recientes tormentas

En Letur, un pequeño municipio de Albacete, el impacto devastador de las fuertes lluvias del 29 de octubre ha llevado al Gobierno de Castilla-La Mancha a decretar tres días de luto. Esta medida fue anunciada por el presidente autonómico, Emiliano García-Page, quien se encuentra en la zona para evaluar los daños y coordinar esfuerzos de rescate. La tragedia, que ha dejado al menos un muerto en la vecina localidad de Mira (Cuenca) y cinco desaparecidos en Letur, ha conmocionado a la comunidad y desatado una ola de solidaridad.

El presidente ha revelado que este fenómeno meteorológico, calificado de «brutal» y «tremendo», ha dejado a la región marcada por la destrucción. Acompañado por diversas autoridades locales y miembros del equipo de gobierno, García-Page se comprometió a solicitar una ‘Declaración de Zona Altamente Afectada’ para proporcionar apoyo y recursos a los municipios que han sufrido mayores perjuicios.

En sus declaraciones, García-Page reafirmó su prioridad en los esfuerzos de rescate. «Hoy estamos enfocados en la búsqueda de las personas desaparecidas; los daños materiales quedan para después», aseguró, destacando el esfuerzo conjunto de más de 150 efectivos de distintas administraciones, que incluyen la Guardia Civil y el INFOCAM. Su voluntad de movilizar todos los recursos posibles ha sido palpable, incluso con la colaboración de militares que, en lugar de seguir a sus prácticas programadas, decidieron quedarse a ayudar en las labores.

Durante su visita, el presidente agradeció la cobertura informativa de los sucesos por parte de los medios de comunicación, que han permitido a la sociedad conocer la magnitud del desastre. «No hay precedentes de algo parecido en esta zona», afirmó, resaltando la complejidad de la situación a pesar de los esfuerzos de alerta y prevención previos.

García-Page también hizo hincapié en la solidaridad mostrada por diferentes instituciones a nivel nacional y regional, incluyendo llamadas de apoyo del Rey de España y otros líderes políticos, quienes se han ofrecido a colaborar en las tareas de rescate y reconstrucción.

Desde el corazón de la tragedia, el presidente envió un mensaje de aliento a los habitantes de Letur: «No están solos». Aseguró que la comunidad cuenta con el respaldo del gobierno regional en este difícil momento y que trabajarán incansablemente para restaurar la normalidad.

Mientras los equipos de rescate continúan con su labor en medio de la devastación, la preocupación se centra en encontrar a los desaparecidos y brindar apoyo a los afectados. La tragedia en Letur es un recordatorio del poder implacable de la naturaleza y la importancia de la solidaridad en momentos críticos.

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