Toledo, 30 de septiembre de 2024.- Castilla-La Mancha se consolida como la tercera comunidad autónoma en España que más ha conseguido reducir el peso de su deuda pública en relación con su producto interior bruto (PIB) desde la llegada al gobierno del presidente Emiliano García-Page. Según los datos publicados hoy por el Banco de España, la deuda en la región ha pasado del 36 por ciento en junio de 2015 al 30,8 por ciento en junio de este año, lo que representa una disminución notable de 5,2 puntos porcentuales.
Este avance en la gestión económica de Castilla-La Mancha es superado únicamente por Navarra, que cuenta con un régimen foral de financiación, y por las Islas Baleares. Estos resultados sitúan a la comunidad por encima de la media nacional, que durante el mismo periodo ha registrado una reducción de su deuda de 1,8 puntos, pasando del 23,7 por ciento al 21,9 por ciento.
A lo largo del último año, Castilla-La Mancha ha reducido su deuda en ocho décimas, manteniendo así una tendencia de estabilización que coincide con la del conjunto de las comunidades autónomas españolas, que ha visto su deuda pasar del 31,6 por ciento en junio de 2023 al 30,8 por ciento en junio de 2024.
El gobierno castellanomanchego, bajo la dirección de García-Page, ha logrado mantener unas finanzas públicas sanas sin sacrificar el apoyo a los colectivos más vulnerables. Este enfoque se ha traducido en un compromiso claro por parte del Ejecutivo: asegurar que las políticas públicas no escatimen recursos en pro del bienestar social y el impulso de la actividad económica regional.
La combinación de una política de gestión fiscal responsable y un fuerte compromiso social está permitiendo a Castilla-La Mancha avanzar en un camino que propicia no solo la sostenibilidad económica, sino también la mejora del entorno vital de sus ciudadanos. Este balance positivo en la gestión de la deuda es un indicador del rumbo tomado por la comunidad, que avanza con determinación hacia un futuro más estable y equitativo.