El Gobierno de Castilla-La Mancha ha logrado cerrar el año 2023 alcanzando cifras récord en la gestión del Sistema de la Dependencia. La consejera de Bienestar Social, Bárbara García Torijano, acompañada de autoridades como el viceconsejero Javier Pérez y la delegada Marian López, compartió en Cuenca estos logros destacando la atención a más de 72.300 personas y la provisión de más de 97.200 prestaciones.
García Torijano resaltó estos «datos históricos» y remarcó el compromiso gubernamental hacia la mejora e innovación continua para atender mejor a la ciudadanía. Desde la Junta se señaló que Castilla-La Mancha supera la media nacional en eficiencia, con tiempos medios de tramitación de dependencia de 191 días frente a los 324 días promedio del país.
La provincia de Cuenca es ejemplar en este aspecto, con tiempos de espera que se reducen a 62 días. En términos de crecimiento, se destacan más de 4.000 prestaciones adicionales respecto a hace ocho años, alcanzando a 10.171 beneficiarios en la actualidad.
La gestión en dependencia no solo ha favorecido a los beneficiarios, sino también ha impulsado la creación de empleo, un punto enfatizado por la consejera. Se han generado 26.221 empleos en el sector, 1.534 de ellos durante 2023, con un notable aumento de la contratación indefinida que evidencia una estabilización del empleo en la región. Especialmente en el ámbito de las personas cuidadoras no profesionales, ha habido un aumento del 13% en la afiliación a la Seguridad Social.
En cuanto a la inversión, se refleja un incremento presupuestario del 68% desde 2015, subiendo desde 372 millones de euros a cerca de 624 millones previstos para 2024. El pasado ejercicio ha sido positivo, con más de 25.911 solicitudes tramitadas, 27.688 valoraciones realizadas y 33.459 resoluciones del Plan Individual de Atención (PIA) efectuadas. Entre otros movimientos notables, aproximadamente 1.000 expedientes han sido trasladados a Castilla-La Mancha provenientes de otras comunidades para recibir atención.
La consejera también subrayó el perfil de los beneficiarios del sistema, indicando que el 64% son mujeres y el resto hombres, y que la mayoría de ellos son mayores de 80 años, circunstancia que representa alrededor del 60% del total.
Con estos avances, Castilla-La Mancha avanza en su compromiso de atención a la dependencia, apostando por la calidad de atención y promoviendo el empleo y la equidad en un sector clave para la cohesión social y la lucha contra la despoblación rural.