La comunidad autónoma de Castilla-La Mancha ha adoptado la decisión de prohibir el uso de teléfonos móviles en las aulas de Educación Infantil y Primaria, alineándose así con la postura del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes. La regulación del uso de estos dispositivos en las aulas de Secundaria también está en proceso, limitándose a aplicaciones estrictamente educativas.
El consejero de Educación, Cultura y Deportes, Amador Pastor, ha comunicado a los medios en el recinto de las Cortes de Castilla-La Mancha que este tema se discutirá más ampliamente en la Conferencia Sectorial programada para enero, tal como informó la Junta en una nota de prensa.
Pastor subrayó que Castilla-La Mancha busca colaborar de cerca con el Ministerio en la implementación de las políticas que resulten del marco acordado. Hizo hincapié en el esfuerzo continuado que viene haciendo la región desde 2014 en este asunto.
En la última reunión con la Mesa de Padres, el consejero reveló la intención del Gobierno regional de establecer normativas más específicas sobre el uso educativo de los móviles, con el propósito de prevenir adicciones y promover un manejo responsable de la tecnología entre los estudiantes.
El consejero recalcó que, aunque la educación juega un papel vital, la responsabilidad de enseñar a los jóvenes a tener una relación saludable con la tecnología debe ser un esfuerzo colectivo. Esta medida se enfoca no solo en restringir el uso indebido de los teléfonos, sino también en alentar prácticas más beneficiosas asociadas a su utilización.
