Castilla-La Mancha comenzará a aplicar por primera vez en enero de 2025 el canon ambiental del agua, una medida exigida por la Unión Europea para fomentar el ahorro de agua en medio de la sequía que afecta a la región. La portavoz del Ejecutivo regional, Esther Padilla, ha informado que este tributo, que ya se encuentra vigente en la mayoría de las comunidades autónomas, buscará impactar lo menos posible en el bolsillo de los ciudadanos, representando apenas un euro adicional en la factura del agua.
Según explicó Padilla, se establecerá un sistema de tramos que eximirá del pago del canon a los primeros 10.000 litros de consumo mensual de una vivienda o establecimiento. El objetivo principal es incentivar el ahorro de este recurso vital en un momento de escasez hídrica. Asimismo, se contemplan bonificaciones y exenciones, incluyendo descuentos del 100% para familias numerosas, víctimas de violencia de género, personas vulnerables y población rural, así como exenciones para la industria agroalimentaria y infraestructuras deportivas.
La recaudación obtenida a través de este canon será destinada exclusivamente a la mejora de las infraestructuras relacionadas con el agua, como la depuración, abastecimiento, reutilización y redes. Además, se destinará un 25% de los fondos recaudados a los ayuntamientos para financiar inversiones en infraestructuras del ciclo integral del agua de su competencia.
Por otro lado, Padilla recordó que Castilla-La Mancha tiene una de las presiones fiscales más bajas en impuestos propios de España, y reiteró que el aumento en el recibo del agua en algunos municipios no está relacionado con este nuevo canon. Finalmente, instó a la oposición a no hacer demagogia y a respetar la legislación europea, evitando convocatorias que desafíen la ley y expongan a la región a posibles sanciones. Se espera que esta medida contribuya a una gestión más eficiente y sostenible del recurso hídrico en Castilla-La Mancha.
