El Gobierno de Castilla-La Mancha ha dado luz verde a una inversión de casi 50 millones de euros enfocada en acciones preventivas para combatir los incendios forestales. Con esta dotación presupuestaria se realizarán tratamientos sobre más de 8.000 hectáreas de masas forestales en la región.
La consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, ha destacado durante una rueda de prensa la premisa del ejecutivo autonómico que busca «apagar los incendios en invierno» como máxima para proteger el medio ambiente. Esta importante medida fue acordada en el último Consejo de Gobierno de 2023 y será financiada conjuntamente con el plan estratégico de la Política Agraria Común (PAC) para el periodo 2023-2027.
Gómez ha desglosado la estructura del financiamiento, indicando que la Junta de Comunidades contribuye con el 14% del total, el Estado aporta un 6% y el Plan Estratégico de la PAC cubre el 80% restante. El inicio de las actuaciones se dio el 1 de enero de 2024 y se proyecta su conclusión para el 31 de marzo de 2025.
La consejera señaló que el plan se sostiene sobre cinco ejes de acción clave, siendo el principal los tratamientos de silvicultura preventiva para la defensa contra los incendios forestales. Esta área concentra la mayoría del presupuesto asignado, empleándose casi 40 millones de euros para intervenir 8.000 hectáreas, esparcidas a lo largo de las cinco provincias castellanomanchegas. Este esfuerzo busca la reducción de material orgánico combustible en los montes, una táctica preventiva crítica en la gestión de los bosques, según ha explicado Gómez.
Además de esta substancial inversión, también se asigna un millón de euros para la conservación y restauración de áreas afectadas por incendios anteriores. Esto forma parte de una asignación mayor de 3,7 millones de euros a Geacam, la empresa pública encargada de ejecutar estas medidas. Estos trabajos consistirán en la recuperación de nueve lotes específicos, dando prioridad a las zonas que más han sufrido las consecuencias de los siniestros.