En respuesta a las recientes declaraciones del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, respecto a la reducción del Trasvase Tajo-Segura, la portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Esther Padilla, ha hecho una firme declaración este miércoles durante una rueda de prensa. Padilla ha enfatizado que la región del Levante no puede continuar usando cantidades excesivas de agua y ha insistido en que están regando «por encima de sus posibilidades a costa de un río que se agota».
Las declaraciones de Padilla surgen como una respuesta a Mazón, quien atribuyó motivaciones políticas a la disminución del trasvase de agua. La portavoz del Gobierno castellano-manchego ha expresado que no se trata de una merma arbitraria, señalando que «la realidad se impone y la verdad también debe de hacerlo». Padilla ha aclarado que no se está hablando de un aumento en los caudales ecológicos, sino de la implementación progresiva de unos caudales que ya habían sido establecidos previamente.
El jueves 15 de febrero marcó el sexagésimo aniversario de la aprobación del proyecto del Plan del Tajo, una coyuntura que Padilla ha utilizado para recordar la larga tradición de solidaridad de Castilla-La Mancha hacia el Levante. No obstante, ha resaltado que la situación actual es crítica: «ahora no hay agua y lo que sí hay es normativa europea y sentencias de los tribunales».
Ante este escenario, la portavoz hizo hincapié en la necesidad de que la Generalitat Valenciana reconozca la insostenibilidad de la situación y considere alternativas, como el uso de desaladoras, una solución que el Gobierno de España ha promovido. Padilla enfatiza que el Levante debe ajustarse a las nuevas realidades y asumir la responsabilidad de un consumo de agua más sostenible y ajustado a las posibilidades reales del entorno.
