Hasta un total de 500 efectivos de lucha contra el fuego están activados en el incendio declarado el domingo en Venta del Moro (Valencia), de los que 300 son bomberos del Consorcio Provincial y la Generalitat, con apoyo de personal de Castilla-La Mancha, otros 237 miembros de la Unidad Militar de Emergencias, además de 30 medios aéreos, entre los propios, los castellano manchegos y los facilitados por el Estado.
Del total de efectivos, 88 personas a través de 22 medios de Castilla-La Mancha participan en las labores de control y extinción, entre ellos seis medios aéreos dotados con seis operarios.
El operativo se centra en levantar con maquinaria grandes cortafuegos que impidan que el fuego, que afecta ya a 1.300 hectáreas, alcance el paraje de las Hoces del Cabriel, y con la mirada puesta en condiciones meteorológicas que se prevén adversas para este martes por la tarde.
Según ha detallado la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, tras una visita al Puesto de Mando Avanzado, los trabajos se centran fundamentalmente en evitar el avance de las llamas en un incendio que está resultando «de gran complejidad» por la oreografía, porque la zona de perímetro es de 40 kilómetros, con mucha masa forestal y mucho barranco que dificulta las acciones del personal de extinción.
Además, la situación meteorológica ha complicado mucho las tareas de control del fuego por las altas temperaturas y el viento de noroeste, fundamentalmente de Levante, a la vez que, según las previsiones de Aemet, entre las 16.00 y 17.00 horas se esperan varias tormentas secas que pueden «activar en un momento dado la potencia de las llamas, sobre todo si van acompañadas de esos vientos y si no caen precipitaciones».
«El parque natural, de momento, está controlado pero las condiciones meteorológicas son muy adversas, y en función de la virulencia del viento y de las tormentas secas de esta tarde podremos encontrarnos en un escenario u otro», ha dicho.
En este escenario, ha apuntado que los esfuerzos se centran en levantar cortafuegos con maquinaria pesada para evitar que avance el incendio al parque natural. «Tenemos que ser muy prudentes porque las condiciones meteorológicas de la tarde van a ser condicionantes de la evolución del incendio», ha recalcado Bravo, que ha agradecido el esfuerzo y trabajo de todos los profesionales que «se juegan la vida para proteger nuestros bienes y el patrimonio natural, y esto exige un reconocimiento público».
Bravo ha confirmado que no ha sido necesario realizar desalojos mientras que, en relación con una granja de porcino, ha apuntado que se ha acordado mantener a los animales allí porque el traslado supone mayor riesgo. Por ello, se ha perimetrado la zona para evitar que el fuego avance.