En una noche que debía ser de pura celebración para los seguidores del París Saint-Germain tras una victoria histórica de 5-0 contra el Inter de Milán en la final de la Champions League, las calles de París fueron testigos de una serie de disturbios que llevaron a la detención de 294 personas. La Prefectura de Policía de la capital francesa confirmó la cifra elevada de arrestos a raíz de los incidentes que empañaron el festejo en diversos puntos de la ciudad, incluyendo los emblemáticos Campos Elíseos.
Los aficionados del PSG llenaron las calles para celebrar el triunfo, el primero del club parisino en esta prestigiosa competición. Sin embargo, lo que comenzó como una fiesta se convirtió en caos. Vehículos incendiados, una zapatería asaltada, y varios accidentes de tráfico, incluidos atropellos, formaron parte del saldo de una noche turbulenta.
Para enfrentar estos incidentes, se habían movilizado 5.400 agentes en un dispositivo de seguridad reforzado, anticipando la magnitud de las celebraciones. Incluso antes de terminar el partido, ya se habían reportado 59 detenciones, cifra que se disparó conforme avanzaba la noche.
El cuerpo de Bomberos de París hizo un llamado a través de la red social X instando a la ciudadanía a no saturar las líneas de emergencia a menos que fuera absolutamente necesario. Por otro lado, el ministro del Interior, Bruno Retailleau, exhortó a las fuerzas del orden a actuar con firmeza contra lo que describió como «bárbaros y matones», comprometiéndose a apoyar a la policía en sus esfuerzos por restaurar el orden.
En medio de los disturbios, no solo las autoridades se pronunciaron. Figuras deportivas como Ousmane Dembélé, jugador del PSG, también hicieron un llamado a la calma. «Va a ser increíble en París. Pero, por favor, ¡no rompamos nada! Nada de violencia. Estemos tranquilos, ¡solo estamos celebrando!», dijo Dembélé en un intento por apaciguar los ánimos.
A pesar de la noche de desmanes, los campeones de Europa serán recibidos en la capital francesa para festejar junto a su afición. Un recorrido por las calles de París y una visita al Palacio del Elíseo están programados para honrar el logro del equipo dirigido por Luis Enrique, marcando un hito en la historia del club.
Este episodio resalta la delgada línea entre la celebración y el descontrol en eventos de gran envergadura, recordando a las autoridades y a los aficionados por igual la importancia de preservar el orden y la seguridad en medio de la euforia deportiva.