El BM Caserío ha logrado una importante victoria en casa frente al Amenabar Zarautk, imponiéndose por la mínima en un encuentro marcado por la intensidad y la igualdad hasta el último segundo. Los locales, liderados por una actuación destacable de Paquillo Ruiz, quien emergió como el gran héroe del partido al anotar el gol decisivo, han mostrado una vez más su capacidad para enfrentarse a equipos difíciles, posicionándose así de manera favorable en los primeros compases de la liga.
Desde el inicio, el equipo dirigido por Santi Urdiales se enfrentó con un rival que no puso las cosas fáciles, manteniendo el marcador ajustado durante la mayor parte del primer tiempo. Sin embargo, gracias a la efectividad anotadora y a momentos brillantes, como los dos goles consecutivos de Marcos Fis, el Caserío consiguió distanciarse ligeramente antes del descanso, lo cual fue crucial para la moral del equipo. La defensa también jugó un papel fundamental, manteniendo a raya a los atacantes del Zarautk y permitiendo irse al descanso con ventaja.
El Caserío pisó el acelerador en la segunda mitad
La reanudación del partido estuvo caracterizada por un ataque fulminante por parte de ambos equipos, lo que inicialmente dejó a los porteros con pocas opciones. Sin embargo, el Caserío, impulsado por las actuaciones estelares de Romanillos y nuevamente de Fis, buscó aumentar la diferencia, aunque el Zarautk no permitió que esta se ampliara de manera significativa. La tensión se mantuvo hasta los últimos minutos, donde un tiempo muerto solicitado por Urdiales fue clave para reorganizar al equipo y finalmente asegurar el triunfo gracias a un gol épico de Ruiz en los instantes finales del encuentro.
Este emocionante partido no solo fue un espectáculo para los cerca de 800 espectadores que se dieron cita en el Quijote Arena sino que también reafirmó la competitividad del BM Caserío en la liga, demostrando su habilidad para sobreponerse ante los desafíos y su capacidad de mantener la calma y la estrategia en los momentos cruciales. La victoria sobre el Amenabar Zarautk no solo sumó puntos importantes sino que también inyectó moral al equipo para los desafíos futuros.