El Ayuntamiento de Casasbuenas, ante el proyecto de construcción de una planta de producción de metano a partir de residuos de ganado en el paraje Cerro Pelado perteneciente al vecino término de Noez (Toledo),
defiende que los vecinos no podrán beneficiarse de esta infraestructura, pues no tienen acceso a ese combustible.
El Consistorio de esta localidad de unos 200 habitantes, a dos kilómetros escasos de Noez, dice que hay otros lugares donde se puede instalar una planta de producción de gas «sin contaminar acuíferos ni dañar el espacio natural».
De igual modo, afirma no oponerse a la creación de puestos de trabajo ni al crecimiento económico, aunque considera que «hay lugares donde se puede instalar una planta de producción de gas sin contaminar acuíferos ni dañar el espacio natural».
Según ha añadido el Consistorio de esta pequeña localidad, el paraje ‘Cerro Pelado’ se encuentra sobre el arroyo de la Dehesilla, afluente del Guajaraz, cuyo embalse, seis kilómetros río abajo es una reserva de agua potable. Además de territorio de caza, lo es de reproducción del águila imperial ibérica, especie protegida y en peligro de extinción, y zona de concentración de aves esteparias.
«Somos un pueblo muy pequeño de actividad agrícola y ganadera principalmente. Estamos cansados de oír, de nuestros políticos y opinadores, banalidades sobre la llamada ‘España vaciada’. El campo y sus gentes somos algo más que una cultura de ‘casas rurales’ para los «findes’, que parques temáticos y algo muy frágil también».
De ahí que defiendan que más que una planta de producción de metano necesitamos inversiones en infraestructuras. «Muchos pueblos de este norte de los Montes de Toledo tenemos nuestro suministro de agua amenazado pues todos bebemos del pequeño embalse del Torcón. La red eléctrica deja mucho que desear; cuando hay tormenta nos quedamos sin suministro. Se habla de producir gas en nuestro entorno, pero nosotros no tenemos acceso a ese combustible.
«Estamos asimismo cansados de palabras vacías y pedantes: transición energética, economía circular, Agenda 2030. Los gobiernos de Pedro Sánchez y Emiliano García-Page utilizan esta moda para crear una economía cautiva de subvenciones, para que algunos hagan negocio a nuestra costa. Cuando la subvención se acaba, las plantas de economía circular se quedan muertas de risa, estructuras oxidadas en nuestros campos. ¿Por qué no las instalan en sus ciudades? ¿Somos acaso su patio trasero o su vertedero?», concluye el comunicado del Consistorio.