La localidad toledana de Casarrubios del Monte se ha convertido en uno de los puntos donde la Policía Nacional está llevando a cabo una gran operación en torno a los narcopisos situados en la madrileña calle Cullera, en el barrio de Lucero. Fuentes de la investigación han confirmado a Diario CLM que las acciones comenzaron a primera hora de esta mañana, resultando en varias detenciones y la incautación de distintas cantidades de sustancias estupefacientes.
En total, 288 agentes de la Policía Nacional están involucrados en esta operación, que se está desarrollando no solo en la calle Cullera, sino también en otros distritos de Madrid. Desde las 7 de la mañana, se ha realizado un importante despliegue de fuerzas, incluyendo agentes motorizados, a pie, a caballo y perros de las unidades de Guías Caninos, Caballería, UIP y UPR, con el objetivo de erradicar este conocido foco de drogas, ubicado entre los números 14 y 16 de la mencionada calle en el distrito de Latina.
Francisco Martín, delegado del Gobierno en Madrid, comentó durante el Debate del Estado de la Región en la Asamblea de Madrid que esta macroredada es «muy importante» en la lucha contra el tráfico de drogas y que llevaba meses preparándose, siendo ejecutada gracias a una decisión judicial que actualmente se encuentra bajo secreto. Además, los cuerpos de policía municipal de Madrid están colaborando en la operación, y se ha prometido proporcionar actualizaciones sobre los resultados de la misma una vez que la autoridad judicial lo permita.
La vicealcaldesa de Madrid, Inma Sanz, añadió que «era muy importante actuar en la zona» y destacó que el Ayuntamiento está acelerando los plazos para la instalación de cámaras de vigilancia en el área, previstas para comenzar a inicios de 2024.
La situación en el barrio de Lucero ha estado marcada por meses de tensión. Recientemente, un toxicómano de 55 años falleció debido a un fallo cardíaco a las puertas de uno de los narcopisos, lo que provocó un gran alboroto en la zona. Los familiares del fallecido, pertenecientes a la etnia gitana y residentes en la zona de Caño Roto, se acercaron al lugar y acusaron a los vendedores de droga de su deceso, prometiendo retaliación.
Los residentes del barrio han expresado su malestar por la situación provocada por los narcopisos, donde han denunciado intimidaciones constantes y el deterioro del entorno. La Asociación Vecinal de Lucero ha solicitado a las administraciones una mayor presencia policial, la recuperación de los pisos okupados y la instalación urgente de cámaras de vigilancia.
Además, el Colegio Profesional de la Criminología de la Comunidad de Madrid ha presentado previamente un protocolo integral destinado a combatir los narcopisos y la inseguridad que generan en el barrio, destacando la necesidad de medidas efectivas para abordar este problema.