La Coordinadora Antitaurina de Castilla-La Mancha, junto a más de setenta entidades de la comunidad y estatales, envían una carta abierta a distintos responsables de la Junta de Comunidades, como García-Page (Presidente), Rodríguez Pérez (consejera de Educación y Cultura), Martínez Arroyo (Consejero de Agricultura), Martínez Guijarro (Vicepresidente) y Puig Cabello (Director General de Protección Ciudadana), como respuesta a su intención de subvencionar el 100% de las tasas de festejos taurinos.

En este momento de crisis sanitaria, económica y social, que ha afectado especialmente a nuestra comunidad, recuerdan a nuestros gobernantes que tenemos que salir más fuertes, y para ello hay que priorizar la atención en campos como la Sanidad Pública, Educación Pública, Medio Ambiente, Cultura y Artes, Agricultura y Transporte.

La inversión de fondos públicos en estas áreas esenciales para la ciudadanía se verán reducidas si se destinan parte de estos fondos a paliar los costes que ha supuesto prescindir de los ‘festejos’ taurinos.

Recuerdan que la tauromaquia ya se encontraba en declive antes de la pandemia, como demuestran los datos: el 84% de los jóvenes no están orgullosos de vivir en un país donde la tauromaquia es tradición (Ipsos Mori, 2015); los festejos taurinos en plaza han caído un 63,4% desde 2007 en nuestro país (Ministerio de Cultura, 2019). En 2019, según medios taurinos, sólo trabajaron 139 toreros, 57 rejoneadores y 116 novilleros, lo que supone un total de 312 y 290 ganadereías, por lo que no son 10000 personas. Por ello se preguntan por qué invertir fondos públicos tan necesarios en estos momentos, en una actividad abocada a la desaparición. Y abogan por una reconversión de las actividades taurinas hacia otras éticas como santuarios, ecoturismo, agricultura autóctona.

También destacan que es momento de realzar los valores que cohesionan a una sociedad, como la solidaridad y la empatía; cuando el ser humano ignora a los demás habitantes del planeta, la Tierra colapsa. Defender la cultura que celebre la vida, no la muerte. La tauromaquia también es un riesgo directo para la seguridad de la ciudadanía, que el año pasado se llevó la vida de 11 hombres y provocó decenas de heridos y daños materiales.

Adjuntan un documento elaborado por AVATMA (Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia) donde se muestra que el empleo que genera la tauromaquia es escaso, temporal y endogámico.

A esta carta se adhieren protectoras de animales, asociaciones, plataformas, santuarios y colectivos que dan un servicio a la sociedad atendiendo a miles de animales; que han ofrecido sus centros y medios para acoger animales de personas enfermas, personas sin techo o de víctimas de violencia de género. También se adhieren veterinarios que se han expuesto ofreciendo sus servicios esenciales. Las ayudas que reciben estos colectivos son anecdóticas, mientras se pretende subvencionar una actividad que hace de la tortura un espectáculo, cuando el 78% de la ciudadanía española se opone a que reciban ayudas (YouGov 2018).

Se recuerda que el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas instó a España en 2018 a “prohibir la participación de menores de 18 años como toreros o espectadores de eventos taurinos, con el fin de prevenir los efectos perjudiciales que la violencia de estas prácticas crueles tienen sobre la mente y la sensibilidad del desarrollo de la infancia y la adolescencia”

Por todo lo anterior, exigen a los citados representantes que hagan públicas, en un ejercicio de total transparencia, cualquier ayuda o subvención que se destine al sector de la tauromaquia, ya sea desde la Junta de Comunidades, Diputaciones, ayuntamientos o medios informativos autonómicos. Así como aclaren de dónde proceden los 10.000 puestos de trabajo que señala la Fundación Toro de Lidia y los 400 millones de euros que dicen generar, habida cuenta que en 2018 hubo en torno a 314 festejos en plaza en nuestra comunidad.

También piden conocer los criterios de valoración para el reparto de fondos de la Junta entre las distintas áreas (Sanidad, Educación, Medio Ambiente, Infraestructuras, Transporte, Agricultura) y sus disciplinas, Teniendo en cuenta el consumo de actividades culturales como la música (87%), literatura (65.8%), cine (57.8%), monumentos y yacimientos (50.8%), exposiciones y galerías de arte (46.7%), bibliotecas (26.8%) comparado con actividades taurinas (5.9%). Y los criterios de reparto de las subvenciones de la PAC, considerando el rechazo de la mayoría de eurodiputados de destinarla al ganado de lidia (438 votos a favor de eliminarlas contra 199 en contra en votación en 2015).

Con todo esto, reclaman de la Junta se replantee sus prioridades en estos momentos y las alternativas éticas de un gobierno avanzado. Le instan así mismo a legislar para dar libertad a mantener o no distintas expresiones culturales según el deseo de la mayoría de la ciudadanía.

Coordinadora Castilla-La Mancha Antitaurina

Copia de la carta en PDF.

Scroll al inicio