Carta abierta al consejero de agricultura, ganadería y desarrollo rural

El miércoles 14 de diciembre, aparecieron en diversos medios las declaraciones del Consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural Julian Martínez Lizan acerca de la necesidad de redefinir el concepto de Macrogranja , dichas declaraciones evidencian varias cosas:

Primero, evidencian que se está ya definiendo la estrategia para cuando finalice la moratoria cuando habla de que “una explotación de 2000 cabezas no puede considerarse como una macrogranja”.

Le queremos recordar al Consejero, que la moratoria , en la Web de su Consejería afectaba sólo a las instalaciones de más de 2.500 cabezas usando una artimaña legal que las diversas plataformas vecinales y grupos ecologistas denunciaron en su día , la de cambiar “ dos mil cerdos de cebo de 30 a 110 kilos “ por “ 2.500 cerdos de cebo de 20 a 110 kilos”. Ante lo burdo del amaño, que dio pie a aberraciones como la de los tres proyectos de 2496 cabezas de Huete y ante nuestras alegaciones, la Consejería tuvo que recular.

Cuando el consejero afirma que “es un asunto al que «hay que darle solución» y «trabajar para conseguir el mejor objetivo de gestión de purines que, a la postre, es lo que entiendo que perjudica o molesta a la sociedad». El consejero muestra una ignorancia absoluta de lo que son nuestras reivindicaciones. Hasta ahora, su departamento ha defendido a capa y espada que los purines eran un excelente abono y que no generaban ningún problema, para ahora decir que se les va a dar una solución. La solución la conocemos desde hace tiempo, y va a venir en forma de enormes plantas de biogás que van a acabar de hundir las poblaciones dónde se instalen. No conoce el consejero que el territorio obtiene un beneficio ínfimo de esta industria en comparación a los ingentes problemas de bienestar y ambientales que genera. No conoce que genera muy poco empleo que ocupan los promotores , los que además son las pocas personas con mayores medios económicos en los municipios, y que las estadísticas muestran que la despoblación se acelera en los términos con fuerte implantación de ganadería industrial.

El consejero habla de una instalación de 2000 cabezas como de una explotación familiar. Realmente , con estas palabras, el consejero es un ignorante o se lo hace. O bien no sabe que ya no existe en el territorio el concepto de explotación familiar independiente o es que prefiere mirar para otro lado. Actualmente la casi totalidad de las explotaciones, o son promovidas por grandes cárnicas, integradoras, o son promovidas por particulares en régimen de integración, en Cardenete existe una granja de 6370 cabezas que es de una familia y por lo tanto es una explotación familiar. Es a esto a lo que llama “familiar”? porque según el diccionario este término significa “perteneciente o relativo a la familia”, con lo que el 80 % de las explotaciones son familiares al ser propiedad de una familia, sea cuál sea su tamaño.. No, una instalación que produce cuatro mil trescientas toneladas al año de purines no es una instalación familiar, los conceptos han cambiado radicalmente. Una instalación que debe pasar la Autorización Ambiental Integrada y comunicar sus emisiones al PRTR no es una “ pequeña instalación familiar”.

Sabe perfectamente el Consejero que el tamaño de una explotación no es lo único determinante, y lo sabe por todos los proyectos que fueron fragmentados para sortear la moratoria, uno de 7000 que se convirtió en tres de 2496, otro de 4000 que se convirtió en dos de 2000, los innumerables que se tramitaron sin evaluación ambiental con 998 cabezas. Y lo sabe porque sabe perfectamente que hay sentencias que han anulado autorizaciones ambientales integradas que no han tenido en cuenta los efectos sinérgicos de varias instalaciones próximas , como sucedió en Torrejoncillo del rey. Vamos, que poco importa si las granjas son de 1000 o de 500, si se ponen 20 granjas de 500 en un área, lo que tenemos es lo mismo que una de 10000, olores y contaminación.

Cuando se hace un uso torticero del lenguaje, es lo que pasa, intentar llevarnos al terreno de lo que es macro o micro es intentar desviarnos de lo importante, el modelo de industria y su impacto global sobre el medio , el bienestar de las personas y su contribución al cambio climático con las emisiones de efecto invernadero.

Cuando el Consejero habla de que “ya se viene trabajando desde hace tiempo para hacer una gestión adecuada y correcta de los residuos que se generan en las explotaciones, para que de alguna manera sostenible no afecten al medio en el que se implanten.” Está insultando a la inteligencia de los castellano-manchegos, será que no han tenido tiempo desde el 2004, año desde el cuál y hasta la actualidad se ha duplicado la cabaña ganadera , para encontrar esa “solución adecuada a los purines” , máxime teniendo en cuenta que hasta ahora todas las manifestaciones públicas hechas han sido en el sentido de que no había problema y que las plataformas ciudadanas nos lo estábamos inventando todo.

Y nos ponemos a temblar cuando nos hablan desde la Junta de Comunidades  ( Mercedes Gómez) de “que para el primer trimestre de 2024 se espera poder tener en funcionamiento un decreto que permitirá valorizar los residuos procedentes de las macrogranjas, un nuevo modelo con el que poder «cerrar el círculo» y «evitar esa sensación en general de la ciudadanía» de que este tipo de explotaciones no deben estar en Castilla-La Mancha.” Sabemos perfectamente a lo que se refiere con ello, primero no suponían un problema, y no lo suponían porque afrontarlos suponía disminuir los beneficios de las cárnicas, pero ahora que otra vez hay mucho dinero a ganar el problema empieza a surgir, y a la vez, surge la solución, las macroplantas de Biogás, como la que se intentó instalar en Fuentealbilla, de 230.000 toneladas de residuos. También nos pueden responder con más soluciones pelegrinas, como la de impulsar la separación sólido-líquido que es una solución regular para el sólido pero muy mala para el líquido, dónde sigue atrapado todo el nitrógeno.

Señor Consejero, en muy poco valora la inteligencia de los votantes cuando hace afirmaciones como las que ha hecho, queremos oír hablar de una moratoria real, por el bien del territorio y del cambio climático. Queremos sinceridad porque suponemos que sabe perfectamente a qué está jugando la industria, y no queremos juegos infantiles de palabras sobre lo que es o no es “macrogranja”. Quizás lo que habría que redefinir urgentemente sería el concepto de honradez política. Fdo: Antonio Jorge San Vicente.

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