Carmen Lomana irrumpe con críticas a Lalachus y la elección del ‘Grand Prix’ para las Campanadas de TVE

La polémica desatada en torno a un fotomontaje del Sagrado Corazón de Jesús emitido durante las tradicionales campanadas de Fin de Año en Televisión Española ha escalado hasta convertirse en el primer gran debate televisivo y social del año. La controversial imagen, que combinaba la sagrada figura con la de la vaquilla María Fernanda, parte de un segmento humorístico del programa, ha generado un fuerte rechazo por parte de asociaciones como Hazte Oír y Abogados Cristianos, quienes han anunciado su intención de denunciar a Lalachus, la humorista tras la actuación, así como a RTVE y al presidente de la corporación pública por lo que consideran un «posible delito de odio y contra los sentimientos religiosos».

El caso ha dividido opiniones públicamente, con personajes como Carmen Lomana liderando el frente de críticas en su columna semanal en La Razón, donde calificó el acto de «burla» hacia la religión católica y un signo de falta de respeto hacia «los cristianos y el respeto que no existe». Lomana, además, ha solicitado una comparecencia del presidente de la corporación para que ofrezca disculpas por lo sucedido.

En contraposición, voces dentro del mismo medio, como las de Euprepio Padula en el programa ‘D Corazón’ de Televisión Española, sostienen que la denuncia no tendría fundamentos legales sólidos. En el debate televisivo, se planteó la relevancia cultural y espiritual del Sagrado Corazón de Jesús para la comunidad católica, como argumento de la ofensa. Carmen Lomana, presente en el debate, insistió en el dolor causado a los fieles, enfatizando en que «Hay que dejar a los cristianos y a cualquier religión en paz».

Sin embargo, otros como Alberto Guzmán, católico practicante, y la periodista Marina Bernal, han restado importancia al suceso. Guzmán resaltó la falta de intención de ofender en el acto, enmarcándolo en una intención humorística que no logró su cometido. Bernal, por su parte, indicó que más que un delito o una ofensa real, lo que ha irritado a algunos es el éxito mediático conseguido por Lalachus y su compañero David Broncano durante la transmisión de las campanadas, superando incluso a figuras establecidas como Cristina Pedroche en términos de audiencia.

Este contrapunto de opiniones refleja la compleja interacción entre la libertad de expresión, el humor y el respeto a las creencias religiosas en la esfera pública y mediática. A medida que avanza el debate, queda claro que la polémica trasciende lo puramente televisivo, incidiendo en la sensibilidad religiosa y cultural de España, una nación históricamente vinculada a profundas raíces católicas.

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