Carlos Dueñas, reconocido farmacéutico y escritor toledano, presentará su cuarto libro, ‘Toledo Escondido’, en un acto programado para el próximo jueves 3 de octubre en la Biblioteca de Castilla-La Mancha, situada en pleno Alcázar de Toledo. Esta obra busca acercar a los toledanos, especialmente a los más jóvenes, a su ciudad, inspirándolos a explorar y valorar sus joyas ocultas.
En una entrevista con Europa Press, Dueñas reveló que su profundo conocimiento de Toledo proviene de su deseo de evitar la vergüenza que sentía al no poder responder a las preguntas de los turistas sobre su ciudad natal. Este interés lo llevó a convertirse en un estudioso de la Ciudad Imperial, tomando como referentes a importantes figuras locales que le inculcaron el amor por Toledo, como Sixto Ramón Parro, Rufino Miranda y Julio Porres Martín-Cleto.
La obra de Dueñas presenta una selección de medio centenar de rincones toledanos, algunos de los cuales son desconocidos incluso para los propios habitantes de la ciudad. A través de su narrativa, el autor conecta estos lugares con la historia, resaltando la influencia de personajes célebres que recorrieron sus calles, desde Alfonso X El Sabio hasta Felipe II, sin olvidar a figuras como Santa Teresa de Jesús y el Cardenal Cisneros.
A pesar de los cambios en la ciudad, Dueñas defiende que el casco antiguo de Toledo ha permanecido en gran medida inalterado. Considera que los cielos que se observan hoy son los mismos que admiró El Greco, y lamenta que muchos toledanos no valoren suficientemente su patrimonio. Sin embargo, reconoce que la ciudad ha evolucionado desde sus días bulliciosos y peligrosos, cuando los recovecos y pasadizos eran más comunes.
El autor también aborda la necesidad de transformar el tráfico en el Casco Histórico, imaginando un futuro con aparcamientos disuasorios o subterráneos que permitan recuperar la esencia de Toledo. A través de su libro, espera que los lectores se aventuren más allá de lugares icónicos como la Plaza de Zocodover o la calle Ancha, invitándolos a descubrir espacios menos visitados.
Además de resaltar a los personajes históricos, Dueñas no olvida a los «anónimos» que han contribuido a mantener vivo el espíritu de Toledo. Menciona a figuras como María Luisa Aguado, profesora de la Escuela de Idiomas, y Fernando Aranda, un destacado meteorólogo, quienes, según el autor, enriquecen la imagen de la ciudad con su legado.
Sobre la evolución de la calle Ancha, Dueñas lamenta la transformación del comercio local hacia una oferta más turística, marcando una clara diferencia entre las tiendas que existían en sus inicios como boticario y la actualidad, donde predominan los souvenirs.
Con la experiencia acumulada en sus tres libros anteriores, Carlos Dueñas ya está pensando en su futuro literario, que contempla una nueva obra centrada nuevamente en la Catedral de Toledo, una edificación que ha estado presente en su vida profesional durante los últimos 50 años. A medida que avanza su trayectoria como escritor, enfatiza la importancia de mantenerse activo y productivo en la jubilación, un reto que está decidido a asumir.
