Desde el pasado 1 de enero, Rosa García Fernández de Sevilla, directora de Cáritas Diocesana de Albacete, ha tomado las riendas como presidenta de Cáritas Regional de Castilla La Mancha, una entidad que aglutina las Cáritas Diocesanas de Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Sigüenza-Guadalajara y Toledo.
La nueva presidenta viene a relevar a Mónica Moreno Alonso, secretaria general de Cáritas Diocesana de Toledo, quien ha dirigido la organización regional durante los últimos dos años con notable implicación en la lucha contra la pobreza y la exclusión social. La labor de Moreno ha sido reconocida profusamente en una nota de prensa emitida por la organización, donde se destaca su dedicada entrega y las importantes contribuciones realizadas en su mandato. Moreno ha conseguido que Cáritas Regional siga representando un lugar de unión y colaboración para todos los que forman parte de la red en Castilla-La Mancha, además de llevar la voz de la región a la confederación de Cáritas Española.
El entorno de Cáritas Regional ha mostrado su cálido recibimiento hacia Rosa García Fernández de Sevilla, comunicando su apoyo y ánimo para los retos que entraña esta posición de liderazgo. Las expectativas están puestas en la continuidad del buen trabajo de su predecesora, con un enfoque especial en la solidaridad y en el apoyo a personas en situación de vulnerabilidad.
Se subraya, además, el impacto significativo de Cáritas en la región según informes recientes. Durante el año 2022, más de 82.000 personas de Castilla-La Mancha y cerca de 20.000 de otros países se vieron beneficiadas por diferentes programas de la organización. Estas acciones fueron posibles gracias a la colaboración de 3.975 voluntarios, el esfuerzo de 308 trabajadores contratados y el soporte de más de 8.000 socios y donantes, demostrando la importante huella que Cáritas imprime en la sociedad castellanomanchega y más allá de sus fronteras.