La Guardia Civil de la localidad de Illescas (Toledo) ha logrado un importante avance en la lucha contra el crimen, tras la detención de tres hombres de nacionalidad española acusados de estar implicados en una serie de delitos que afectaron a la comunidad. Según informes recientes de la autoridad, los individuos son sospechosos de cometer once delitos de robo con fuerza, cincuenta y un hurtos, dos delitos contra la seguridad del tráfico y un delito de desórdenes públicos.
La alarma se encendió cuando el responsable de una empresa de telefonía denunció varios robos de cableado eléctrico que afectaron a los repetidores de telefonía situados a lo largo de la línea del AVE, causando la pérdida de servicio a numerosos usuarios. Estos incidentes habían estado ocurriendo desde agosto de este año, creando un estado de preocupación por la seguridad y el bienestar de los afectados.
En respuesta a la creciente alarma, el Equipo Roca de la Guardia Civil tomó la batuta en la investigación, iniciando la Operación ‘Suitel’. Con una estrecha colaboración con los técnicos de los repetidores y con la implementación de vigilancias específicas, se buscó activamente a los responsables.
Los detenidos se movilizaban en vehículos, recorriendo las zonas contiguas a la vía del tren, realizando paradas en las estaciones de telefonía. Al forzar su entrada en las instalaciones y sustraer importantes cantidades de cable y baterías, causaron severas interrupciones en el servicio de telefonía móvil. La constancia de estos actos delictivos desde agosto puso de manifiesto la seriedad de la situación.
La perseverancia del equipo de investigación dio sus frutos cuando se atrapó ‘in fraganti’ al trío de presuntos delincuentes durante el robo de cableado en un repetidor local. En el momento de la detención, los sospechosos estaban en posesión de herramientas para el forzamiento y material sustraído de las instalaciones.
La exitosa conclusión de la Operación ‘Suitel’ permitió desarticular la organización criminal dedicada al robo de cobre y baterías. La identificación y arresto de los acusados, conocidos por sus antecedentes delictivos, fue un paso significativo hacia la restauración de la seguridad y la justicia en la región.
Los efectivos de la Guardia Civil incautaron las herramientas y objetos robados y esclarecieron múltiples delitos, contribuyendo a la aprehensión y posterior procesamiento judicial de los implicados. Los detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado número 2 de Ocaña, donde enfrentarán las consecuencias legales de sus acciones. Esta intervención no solo representa un alivio para los ciudadanos afectados, sino también un mensaje claro del compromiso de las fuerzas de seguridad en combatir el crimen y proteger la propiedad y servicios públicos.