En un golpe significativo a una de las estructuras criminales más notorias del mundo, las autoridades de Estados Unidos han anunciado la detención de Ismael ‘El Mayo’ Zambada, líder y cofundador del cártel de Sinaloa, junto con Joaquín Guzmán López, hijo del famoso narcotraficante Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán. La operación, realizada en El Paso, Texas, marca el fin de la persecución de varios años por parte de las autoridades estadounidenses hacia Zambada, quien estaba en la lista de los más buscados con una recompensa de 15 millones de dólares en su cabeza.
El cártel de Sinaloa, bajo el mando de Zambada y Guzmán, se ha involucrado en el tráfico extensivo de cocaína y fentanilo hacia Estados Unidos, Europa y otros destinos, contribuyendo significativamente a la crisis de opioides. La detención de estos líderes del cártel representa un logro considerable para el Departamento de Justicia de Estados Unidos en su larga batalla contra el narcotráfico. En un comunicado oficial, el Departamento de Justicia describió al cártel de Sinaloa como una de las organizaciones narcotraficantes más violentas y poderosas del globo.
Los cargos contra los detenidos en Estados Unidos incluyen liderar operaciones criminales relacionadas con la fabricación y tráfico de fentanilo, una droga que ha causado una epidemia de sobredosis en el país. «El fentanilo es la amenaza de drogas más letal que nuestro país haya enfrentado jamás», enfatizó el Departamento de Justicia, reiterando su compromiso de llevar ante la justicia a todos los involucrados en la distribución de esta sustancia peligrosa.
A pesar de los intentos de Zambada por mantener un perfil bajo, viviendo una vida sencilla y administrando negocios legítimos en México, su arresto demuestra la extensión del alcance de las autoridades estadounidenses. La operación que llevó a su captura y la de Guzmán López fue el resultado de un meticuloso plan en el que ‘El Mayo’ fue engañado para abordar un avión privado que lo llevaría directamente a manos de la justicia estadounidense.
La extradición de Ovidio Guzmán López, hermano de Joaquín, a Chicago el mes pasado y el anticipado juicio de Joaquín Guzmán López en el Tribunal Federal de Distrito de Chicago, subrayan la presión continua sobre el cártel de Sinaloa. Sin embargo, expertos como Falko Ernst del International Crisis Group advierten que estos arrestos pueden no tener un impacto significativo en el tráfico de drogas y podrían desencadenar más violencia al provocar un vacío de poder dentro de la organización.
Este último golpe a la estructura del cártel de Sinaloa ciertamente envía un claro mensaje de la determinación de las autoridades estadounidenses en su lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, queda por ver cómo impactará esto en la dinámica del poder criminal en México y si conducirá a un período de mayor violencia mientras otros buscan llenar el vacío dejado por ‘El Mayo’ Zambada y Joaquín Guzmán López.