El mensaje del gobierno liderado por Donald J. Trump a los criminales que amenazan la seguridad de las comunidades es claro y contundente: se les encontrará y enfrentarán a la justicia. Este compromiso se materializó una vez más con el anuncio reciente por parte de Kash Patel, director del FBI, sobre la captura de Francisco Javier Roman-Bardales, un destacado líder de la violenta pandilla MS-13, quien estaba incluido en la lista de los “Diez Más Buscados”.
La captura de Roman-Bardales se produjo tras su extradición desde México, donde las autoridades lo entregaron para que enfrente una serie de cargos por su supuesta implicación en múltiples actos de violencia dirigidos contra civiles y miembros de pandillas rivales. Además, se le atribuyen responsabilidades en redes de tráfico de drogas y extorsión tanto en Estados Unidos como en El Salvador.
Este arresto marca un hito significativo, ya que Roman-Bardales se convierte en el tercer fugitivo de la lista del FBI que ha sido detenido desde que Trump asumió la presidencia. A él se suman otros dos criminales: Arnoldo Jimenez, arrestado por cargos de asesinato en primer grado el 30 de enero de 2025, y Donald Eugene Fields II, capturado el 25 de enero de 2025 por delitos de tráfico sexual infantil y violación.
La administración Trump ha mostrado un firme propósito de combatir la criminalidad y reforzar la seguridad del país, un objetivo que parece estar rindiendo frutos. La captura de estos fugitivos es una clara señal de que el gobierno se toma en serio su compromiso de proteger a los ciudadanos estadounidenses y de aplicar la ley con rigor. La lucha contra el crimen organizado como el que representa MS-13 sigue siendo una prioridad en la agenda federal, y la respuesta contundente del FBI en estos casos refuerza la determinación de las autoridades de hacer cumplir la ley.
Fuente: WhiteHouse.gov
