Anoche, el ambiente estaba cargado de tensión y expectativa con el estreno de Next Level Chef, un programa que sorprendió a propios y extraños al revelar, durante la fase de casting final, que no todos los presentes entrarían oficialmente en la competencia. De los 21 candidatos que se presentaron con la ilusión de convertirse en la próxima estrella culinaria, solo 15 lograron asegurarse un lugar, dejando a seis aspirantes, incluido Bosco, fuera del programa.
Los participantes se enfrentaron a la incertidumbre de no saber en qué piso cocinarían, elemento que se definió por sorteo. La suerte dictaminó que quienes cocinaran en el ático o en el primer piso gozarían de condiciones bastante favorables, al contrario de aquellos relegados al sótano, quienes tuvieron que hacer frente a una infraestructura muy limitada y utilizar ingredientes que los demás no habían escogido.
Durante la competencia, el estrés y los nervios se hicieron patentes, llevando a algunos a accidentes en la cocina. Bosco, en un descuido mientras picaba ajos, se cortó un dedo, necesitando atención médica inmediata. A pesar del susto, pudo continuar en la contienda, aunque con ciertas limitaciones. Noelia, una pescadera andaluza y compañera de Bosco, intentó aliviar la tensión con humor antes de sufrir un accidente similar, lo que evidenció la intensa presión bajo la cual se encontraban.
La primera prueba finalizó no solo con heridas físicas sino también emocionales, con lágrimas y sentimientos encontrados. A pesar de los esfuerzos, Bosco no logró convencer al jurado, siendo uno de los seis participantes que se quedaron al borde de la puerta, sin poder entrar a Next Level Chef.
Este inicio dramático presagia una temporada de altas emociones, desafíos inesperados y, sobre todo, una competencia feroz entre los aspirantes que buscan alcanzar el siguiente nivel en el mundo culinario, en un programa que promete mantener a la audiencia al borde del asiento.