Las cámaras de En boca de todos se trasladaron a Malagón, Ciudad Real, para documentar un conflicto que desató tensiones inesperadas. En una jornada que empezaba con normalidad, Tania Santos, reportera del programa, intentaba ofrecer información sobre un caso de ocupación que había llamado la atención en la localidad.
Acompañada por un equipo de desalojo, la reportera abordó el tema del ‘okupa del hacha’. Sin embargo, la situación se tornó peligrosa cuando el ocupante, en un arrebato de ira, se dirigió de manera amenazante hacia ella. La conexión en vivo fue interrumpida cuando Nacho Abad, presentador del programa, recibió la alerta desprevenidamente. La preocupación se hizo evidente cuando preguntó: «¿Te ha pegado?», tras escuchar la inquietante descripción de Tania.
«Ha venido directo hacia mí», expresó la reportera, visiblemente afectada ante las cámaras. En un intento por proteger su equipo, clamó: «¡No toque la cámara!», mientras trataba de cubrirl el objetivo con un gesto decidido. Las tensiones aumentaron cuando el enfrentamiento, que se desplegaba ante los ojos de la audiencia, culminó con el micrófono de Tania en el suelo, luego de un forcejeo con el exigente okupa y sus allegados.
Las imágenes mostraron el momento crítico, donde la seguridad del equipo de desalojo y la reportera se entrelazaban en un contexto de palpable hostilidad. «Se ha presentado como un angelito, pero luego ya veis», relató Tania, tratando de transmitir la complejidad de la situación. La intervención de la Guardia Civil también fue mencionada, reflejando la gravedad del altercado.
Con una voz temblorosa, la periodista subrayó la tensión vivida y el nerviosismo que provocó la defensa obstinada del ‘inquiokupa’. Un caso que no solo revela las realidades del fenómeno de la ocupación en España, sino también la vulnerabilidad de quienes, en nombre del periodismo, buscan contar historias y dar voz a situaciones tan complejas como esta.