La polémica ha inundado las redes sociales después de que una cuenta vinculada a Televisión Española (TVE) en la plataforma X (anteriormente Twitter) publicara un mensaje cuestionando la estética de uno de sus reporteros por llevar pendientes. Esta cuenta, atribuida a la Plataforma TVE Libre, una agrupación de tendencia minoritaria y de miembros anónimos, ha desencadenado una ola de críticas y reproches por lo que muchos consideran un ataque injustificado y una muestra de discriminación estética y de género.
El debate surgió a raíz de un mensaje publicado por esta cuenta preguntando: “¿Debe un redactor de la RTVE pública nacional salir con pendientes?”. Alegando preocupación por el manual de estilo de la corporación y el sentido común, este comentario ha generado una enorme controversia, especialmente dado que se adjuntó un vídeo de Unai Rikarte, periodista del canal 24 Horas, quien lucía dos aretes mientras informaba sobre las fiestas de La Paloma.
La reacción no se hizo esperar, y numerosos profesionales del periodismo y usuarios en X se han volcado en defensa de Rikarte y en contra de la posición aparentemente conservadora adoptada por la mencionada plataforma. Borja Terán, un reconocido periodista de televisión, criticó duramente la postura de la plataforma, destacando la antigüedad y falta de relevancia del debate sobre la apariencia estética de los reporteros y cómo esto afecta la percepción del contenido.
Comentarios varios en redes se han centrado en resaltar la habilidad y profesionalismo de Rikarte, independientemente de su elección de llevar pendientes, considerándola un asunto de estética personal irrelevante para la calidad de la información proporcionada. Este incidente ha sido interpretado por muchos como un reflejo de prejuicios y discriminaciones aún presentes en ciertos sectores de la sociedad, especialmente en lo referente a la expresión personal y la igualdad de género.
En respuesta a la tormenta de críticas, la defensa de la plataforma giró en torno al manual de estilo de RTVE, argumentando que los elementos estéticos deben considerarse para garantizar la atención del espectador en el relato informativo. Este argumento, sin embargo, fue contrapuesto por varios profesionales, quienes argumentaron que el manual no especifica restricciones sobre pendientes y que imponer códigos de vestimenta basados en el género podría ser ilegal por discriminatorio.
Ampliando el espectro del debate, colaboradores de la comunidad de X señalaron que la prohibición de cualquier complemento estético, como los pendientes, debería aplicarse de manera equitativa sin importar el género, si es que su objetivo es realmente evitar distracciones y no perpetuar estereotipos anticuados.
Este suceso ha reabierto debates sobre la libertad de expresión estética, la discriminación de género y el papel de las corporaciones públicas en la promoción de valores inclusivos y respetuosos. El eco generado en redes sociales muestra una clara tendencia hacia la aceptación de la diversidad y el rechazo a políticas que limiten la expresión personal de los individuos, planteando importantes reflexiones sobre la necesidad de actualizar y revisar los manuales de estilo y políticas corporativas para reflejar los valores de la sociedad actual.
