Francisco Cañizares, alcalde de Ciudad Real por el Partido Popular (PP), ha expresado su disconformidad con el Gobierno de Emiliano García-Page por la omisión de «inversiones necesarias» para Ciudad Real en los presupuestos propuestos por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha de cara al año 2024. En una rueda de prensa reciente con Lola Merino, secretaria general del PP en las Cortes de Castilla-La Mancha, ha lamentado la exclusión de proyectos críticos como la construcción de la autovía con Toledo y las mejoras en la conexión con Miguelturra, así como la falta de apoyo económico para completar el teatro-auditorio y la remodelación de la casa de la cultura.
Esta posición se hace eco tras la comisión de Economía y Presupuestos de las Cortes de Castilla-La Mancha, en la cual se rechazaron más de 800 enmiendas propuestas por el PP, incluyendo ocho iniciativas relevantes para la capital provincial valoradas en 21 millones de euros.
Cañizares remarcó la necesidad de avanzar en el proyecto de la autovía Toledo-Ciudad Real, estancada por más de dos décadas, para la cual el PP pedía asignar diez millones de euros. Además, se refirió a propuestas desestimadas que abordaban la ampliación de la conexión con Miguelturra, costeadas con 1,5 millones de euros, y a la solicitud de presupuesto para implementar una «segunda ronda» para descongestionar el tráfico del centro de Ciudad Real.
El alcalde también señaló que fue rechazada la financiación, valorada en 2 millones de euros, necesaria para finalizar el teatro-auditorio ubicado en la Avenida Tablas de Daimiel, cuya construcción se ha visto interrumpida desde 2010.
En el plano cultural, manifestó su descontento por la negativa a una enmienda que pedía 800.000 euros para el proyecto de rehabilitación de la casa de la cultura en los Jardines del Prado. Con igual pesar mencionó la eliminación de una enmienda para abordar problemas en el poblado chabolista de ‘San Martín de Porres’ y otra destinada a la rehabilitación de viviendas del barrio de La Granja.
Cañizares apeló a la Junta y al PSOE por un trato de «respeto institucional» y la búsqueda de soluciones a las necesidades de los ciudadanos, con el fin de «mejorar la vida de los que más lo necesitan».
Lola Merino, sumándose a las declaraciones de Cañizares, criticó la «falta de diálogo y de talante negociador» del Grupo Socialista y del Gobierno de Castilla-La Mancha, enfatizando la postura de rechazo a las numerosas enmiendas propuestas por el PP ante el proyecto de presupuestos para el año entrante.