Ciudad Real pone fin a un problema que durante décadas afectaba la tranquilidad de uno de sus principales espacios de convivencia. La demolición de la antigua casa del Parque de Gasset, una estructura que durante años permaneció en abandono y se convirtió en un foco de ocupación y situación de inseguridad, ha llegado a su fin, marcando un paso importante en la recuperación y mejora de este emblemático rincón de la ciudad.
El Ayuntamiento de Ciudad Real, liderado por el alcalde Francisco Cañizares, anunció con satisfacción la culminación de una operación que, tras meses de gestiones y negociaciones con los propietarios, ahora permite transformar ese terreno en un espacio público totalmente integrado en el Parque de Gasset. La decisión, respaldada por un convenio firmado a principios de noviembre, ha sido clave para retirar definitivamente el inmueble, quien durante años representó un reto urbanístico pendiente desde 1996.
“Hemos terminado con un problema de seguridad en el Parque de Gasset”, afirmó Cañizares, destacando la magnitud de esta victoria para la calidad de vida de los ciudadanos y el correcto uso de uno de los centros neurálgicos de ocio y encuentro en la ciudad. La problemática, que había quedado en el olvido en la historia urbanística de Ciudad Real, ahora queda atrás para dar paso a un espacio libre de riesgos y listo para ser disfrutado por todos.
El proceso, que contó con el trabajo coordinado de la Dirección General de Urbanismo y la colaboración de los propietarios, refleja el compromiso de las instituciones por resolver conflictos históricos y potenciar el bienestar colectivo. El alcalde agradeció públicamente la disposición de quienes, una vez más, han contribuido a cerrar un capítulo complicado en la historia del parque y la ciudad.
Con la desaparición del inmueble, se refuerza la seguridad en una zona vital para la convivencia ciudadana, eliminando un símbolo de problemas pasados y consolidando un entorno más seguro y agradable para residentes y visitantes. La transformación del antiguo terreno en parte del parque significará, además, la apertura de nuevas oportunidades para actividades y el disfrute en un espacio revitalizado, en línea con el compromiso de Ciudad Real por conservar sus espacios públicos y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Este logro representa un paso más en el camino hacia una ciudad más segura, moderna y amigable, en la que las historias de ocupación y deterioro se convierten en ejemplos de una gestión eficiente y sensible con las necesidades de su gente. La recuperación del Parque de Gasset no solo es una victoria urbanística, sino también un símbolo del esfuerzo conjunto por un futuro más brillante para Ciudad Real.
