En un giro inesperado de eventos, la Casa Blanca ha declarado este lunes la cancelación de la anticipada rueda de prensa que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, tenían programada posterior a su reunión en el Despacho Oval. Un portavoz oficial indicó que la conferencia de prensa en la Sala Este «ya no se llevará a cabo», aunque aseguró que el encuentro entre ambos mandatarios continúa conforme a lo previsto.
Esta decisión se produce en un momento de tensiones comerciales crecientes, marcado por la reciente imposición por parte de Trump de un conjunto de aranceles mínimos del 10% y medidas adicionales hacia varios países, incluyendo tanto aliados como rivales. Israel, afectado por una tarifa del 17%, había intentado suavizar el impacto de estas medidas anunciando la eliminación de todos los aranceles a productos estadounidenses, en un esfuerzo por mitigar las represalias comerciales de Washington. En respuesta a los aranceles, el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, había optado por «continuar con el diálogo» con los Estados Unidos buscando una reducción del daño infligido.
La agenda de la reunión entre Trump y Netanyahu se esperaba que cubriera temas de suma importancia como los esfuerzos para el retorno de los rehenes en Gaza, las complejas relaciones entre Israel y Turquía, la persistente amenaza iraní, y la lucha contra la Corte Penal Internacional. Igualmente, se anticipaba que las conversaciones incluyeran discusiones sobre un potencial nuevo alto el fuego en la Franja de Gaza, región que ha visto un recrudecimiento de los ataques por parte de Israel, culminando en la muerte de casi 1.500 palestinos desde la ruptura de la última tregua el 18 de marzo.
Antes de su reunión con Trump, Netanyahu mantuvo encuentros separados con el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, y con el enviado estadounidense para Oriente Medio, Steve Witkoff, lo cual subraya la importancia de las cuestiones comerciales y diplomáticas en estas conversaciones bilaterales.
La cancelación de la conferencia de prensa deja a muchos especulando sobre las razones detrás de esta decisión y sus posibles implicaciones para las relaciones entre Estados Unidos e Israel, así como para los esfuerzos de paz en el Medio Oriente. Aunque se mantienen los diálogos a puertas cerradas, el silencio en público sugiere complejidades en las discusiones que ambos líderes prefieren manejar lejos del escrutinio mediático.