El Campeonato de España de Larga Distancia de Orientación dio inicio el pasado 1 de noviembre en el entorno natural de Puebla de Don Rodrigo, conocido como «Castilnegro». Este evento tenía previsto realizarse en invierno, pero las copiosas lluvias que afectaron la región obligaron a la organización a aplazarlo para garantizar la seguridad de los participantes. A pesar de los inconvenientes previos, la competencia arrancó con puntualidad británica, evidenciando la buena preparación de la organización.
Los competidores enfrentaron una presalida de 30 minutos en ascenso, lo que les permitió prepararse para los desafíos del terreno. La ruta ofreció condiciones generalmente favorables, con escasa vegetación baja, lo que facilitó un ritmo de carrera ágil y rápido. Según los relatos de los participantes, los trazadores supieron diseñar un recorrido que no solo desafiaba a los orientadores, sino que también brindaba elecciones de ruta notablemente interesantes. Esto generó un perfil de carrera estratégico, donde cada decisión contaba y podía marcar la diferencia en el tiempo final.
Sin embargo, la competición no estuvo exenta de un trasfondo de solemnidad. Durante las tres jornadas del campeonato, tanto los organizadores como los participantes portaron un brazalete o lazo negro en señal de duelo por la trágica riada que ocurrió en Valencia días previos al evento. Este gesto recordó a todos los asistentes la fragilidad de la naturaleza y la importancia de la seguridad en eventos deportivos al aire libre.
Este año, el campeonato incluye diversas acciones adaptadas a la tecnología contemporánea, como la difusión a través de Winsplit y el seguimiento GPS mediante plataformas como TracTrac. Además, se ha destacado la labor de fotógrafos que capturan los momentos más significativos de la competencia, entre ellos Inma Górriz y Silvia Aparicio, quienes tienen la tarea de documentar las hazañas de los atletas y el ambiente competidor.
El Campeonato de España de Larga Distancia de Orientación promete ser un evento emocionante y repleto de emociones, donde los orientadores demostrarán sus habilidades en un entorno desafiante y la comunidad se unirá en un mismo objetivo: disfrutar de la naturaleza y la competencia. La jornada del 2 de noviembre también anticipa un emocionante capítulo con los relevos clásicos en otro escenario, El Rincón y Chiquero, donde la camaradería y la estrategia se combinarán para ofrecer aún más espectáculo a los aficionados de este deporte.
Fuente: Federación de Orientación de Castilla-La Mancha