El Ayuntamiento de Corral de Calatrava recupera   la celebración de  las campanadas de fin de año desde la Plaza de la Iglesia 

El Ayuntamiento de Corral de Calatrava en colaboración con la Asociación TIC TAC  ha  invitado a sus vecinos  a despedir el 2023 con las doce campanadas que sonarán con la medianoche del último día del año.  Fue, “según apuntan los lugareños que peinan canas”, en diciembre de 1989  la última vez que  se juntaron los corraleños  en la Plaza de la iglesia para comerse las uvas   coincidiendo con las campanadas del fin de año que marcaba el reloj de la torre. 

Este año por iniciativa de la Asociación Tic Tac y del concejal de festejos del Ayuntamiento Santiago Bastante  será recuperada  una tradición que se había perdido hace más de treinta años.

Por su parte el portavoz  de la asociación y concejal del Ayuntamiento corraleño Esteban Fernández asegura que la maquinaria del reloj está siendo ajustada en estos días “al segundo”  para que el día 31 de diciembre por la noche , las campanadas  de la Torre coincidan  con el momento en que demos la bienvenida  al 2024. El reloj dispone de un sistema automático por el que automáticamente  cada cuatro horas  se da cuerda  para  que ruedas, engranajes  y agujas no dejen de girar y sigan marcando cada minuto. Aseguran que, el 31 de diciembre por la noche, las campanadas marcarán el inicio del nuevo año de manera precisa y emocionante.

 El reloj de la fábrica de “Manufacturas Blasco”  que hoy día marca sonoramente  las horas en punto desde la Torre de la Iglesia de Corral  fue adquirido  1971 con una inversión  de cien mil pesetas.  La falta de mantenimiento  hizo que a principio de los noventa el reloj dejase de funcionar hasta  que fue restaurado  entre noviembre de 2016 y mayo del 2017 por un grupo de amigos que se empeñaron en hacer funcionar las manecillas del reloj. Además de Esteban, formaban parte de aquel grupo de vecinos que meticulosamente restauraron el reloj,   Juan Castillo, Joseto Novalbos, David Romero, José Luis Lillo y Eloy Muñoz.   Entre ellos quedaban cada sábado para devolverle la vida  al emblemático reloj de la torre  y lo hacían   mediante  un grupo de whatsapp al que llamaron “tic tac”, por el que se estableció un vínculo   que ha ido creciendo con los años como asociación  con el  noble objetivo de  recuperar y proteger el patrimonio cultural de Corral.

El Ayuntamiento espera que  una vez recuperada  la celebración del fin de año desde la plaza del pueblo se convierta en una nueva tradición anual para el municipio.

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