La expectación es máxima, ya que estos enfrentamientos no sólo significan puntos en la tabla, sino también el orgullo de dos instituciones que pugnan por ser la referencia futbolística en la zona. Este no es un partido más en el calendario; es una batalla que pone a prueba la capacidad de cada equipo, no sólo en lo deportivo sino también en lo mental y emocional. Los aficionados, conocedores de la importancia de este duelo, preparan un ambiente que promete ser inolvidable en las gradas, con la esperanza de que sus jugadores respondan con la misma intensidad en el campo.
Lo que está claro es que, más allá del resultado, este derbi será recordado como una muestra de la pasión que despierta el fútbol en la región. Un evento que trasciende lo deportivo para convertirse en una fiesta del deporte rey, una ocasión en la que Calvo Sotelo y Manchego no solo buscan reivindicarse ante sus seguidores, sino también engrandecer la historia de sus enfrentamientos. Una historia que, independientemente del marcador, ya se ha escrito con letras de esperanza, esfuerzo y, sobre todo, unión en torno a la más hermosa de las competiciones.