La Sección 2 de la Audiencia Provincial de Albacete ha emitido una sentencia condenatoria contra A.S. por el asesinato y violación de R.M., un amigo con el que compartía residencia en una estructura abandonada. El veredicto impone a A.S. la pena de prisión permanente revisable por el delito de asesinato, sin circunstancias que modifiquen su responsabilidad criminal, y una pena adicional de 11 años y un día por agresión sexual, considerando la atenuante de haber confesado dichos delitos.
Los hechos, tal como consta en la sentencia a la que ha tenido acceso Europa Press, ocurrieron el 26 de enero de 2022. Después de pasar la tarde consumiendo cervezas en un bar en la zona conocida como ‘las Seiscientas’, A.S. y R.M. se dirigieron a una torreta eléctrica abandonada, habitual lugar de pernocta de R.M. Tras continuar bebiendo y conversando, los dos se vieron envueltos en una disputa. A.S. salió de la torreta esperando a que R.M. se durmiera, y tras unas dos horas, regresó para consumar su ataque.
Aprovechándose de que R.M. estaba durmiendo y de su estado de indefensión debido a la ingesta de alcohol, A.S. lo golpeó brutalmente en la cabeza con una piedra de grandes dimensiones y, acto seguido, lo violó. Tras la agresión sexual, A.S. continuó golpeando a R.M. en la cabeza con la intención de causarle la muerte o, al menos, asumiendo tal posibilidad. R.M. falleció debido a los traumatismos craneoencefálicos resultantes de los golpes recibidos.
A.S. intentó luego ocultar el crimen cubriendo el cuerpo de R.M. con mantas y escapando del lugar a través de una salida poco visible. El cuerpo de R.M. fue encontrado sin vida el 2 de febrero de 2022 dentro de la torreta.
El consumo habitual de sustancias estupefacientes por parte de A.S., específicamente marihuana y cocaína según su disponibilidad económica, fue mencionado en la sentencia, pero se aclaró que este no afectaba sus facultades mentales en términos de controlar sus acciones.
Durante la investigación, A.S. confesó los actos a los agentes y mantuvo su colaboración durante su declaración ante el juzgado de instrucción, información que resultó crucial para esclarecer los hechos.
La sentencia sigue la línea de la petición inicial de la Fiscalía, y también de la acusación particular, para quienes estaba claro que la prisión permanente revisable era la condena adecuada. La defensa del acusado argumentó que los hechos constituían un homicidio y pidió considerar su confesión y colaboración con la justicia desde la detención.
