La victoria obtenida la semana pasada sirvió como un bote salvavidas para el equipo de Cabezuelo, demostrando que su esfuerzo estaba dirigiéndose en la dirección correcta. La combinación del trabajo duro y un toque de suerte parecía ser justo lo que necesitaban para superar un inicio de temporada complicado. Esta nueva confianza los impulsó a presentarse en Alcalá con la determinación de demostrar que su reciente éxito no era un espejismo, sino el resultado de su dedicación y esfuerzo continuo.
En el partido en Alcalá, el equipo de Cabezuelo comenzó enfrentando la fortaleza del equipo local, pero poco a poco se fue haciendo fuerte, especialmente bajo los aros. La capacidad del equipo para dominar el rebote, tanto ofensiva como defensivamente, fue determinante. Este punto de inflexión les permitió no solo recuperarse de un primer cuarto en desventaja, sino también tomar la delantera en el marcador, cerrando la primera mitad con una ventaja de cinco puntos (29-34), gracias a una ofensiva eficaz y rápidos contraataques.
Manteniendo el ímpetu en el tercer cuarto, Cabezuelo logró ampliar su ventaja, dejando a Alcalá a una distancia considerable, lo cual les posicionó como los favoritos para llevarse el encuentro. Aunque en el último cuarto redujeron la intensidad para administrar el tiempo, la ventaja obtenida fue suficiente para asegurarles su segunda victoria consecutiva de la temporada. Este logro destaca por ser uno de los esfuerzos más corales del equipo hasta la fecha, marcando un momento significativo en su campaña.