Cabañero Reconoce en la Escultura de Iniesta la Celebración de un Legendario Futbolista y una Persona Ejemplar

El pasado lunes 3 de junio de 2024, la provincia de Albacete regaló un emocionante homenaje al futbolista Andrés Iniesta con la inauguración de una escultura en los exteriores del estadio Carlos Belmonte. El acto, dirigido por el periodista Sergio Sánchez, atrajo a una multitud ansiosa por mostrar su cariño al icónico deportista de Fuentealbilla.

Este evento destacó en una jornada deportiva relevante en la provincia, que además acogió la Gala Nacional del Deporte esa misma tarde en el Teatro Circo. Entre las personalidades asistentes estaban el secretario de Estado de Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes; el presidente de la Diputación, Santi Cabañero; la directora de la Fundación Soliss, Mª Luisa González Bueno; y por muy lejos que se encontrara, el propio Iniesta, quien participó vía videoconferencia. No faltaron tampoco el exseleccionador nacional Vicente del Bosque, autoridades de Castilla-La Mancha y múltiples integrantes del Albacete Balompié.

La estatua, una figura de bronce a tamaño real trabajada por el escultor Javier Molina, captura el preciso instante en que Iniesta firma uno de los capítulos más dorados de la historia del fútbol español: el gol que otorgó a la nación su primera Copa del Mundo en 2010. Con un emotivo discurso, Cabañero rindió tributo a Andrés, no solo como «un futbolista único» sino también como «una persona ejemplar», destacando este como un momento que «nos hace sentir mucho orgullo».

Este día significativo no sólo conmemora el logro en el mundial, sino que también honra a la admirable figura del futbolista tanto dentro como fuera de la cancha. La financiación del monumento estuvo a cargo de la Fundación Soliss, con el fin de reconocer y perpetuar la trayectoria de personalidades señaladas en la región.

El legado de Iniesta y la jornada permanecen como símbolos perennes de la identidad y la estima deportiva, cerrando así un «círculo perfecto» en torno a la leyenda de un «Iniesta eterno», que sin duda continuará inspirando a generaciones futuras. El presidente Cabañero cerró su intervención con un resonante: «visca Iniesta, visca Albacete y visca Fuentealbilla».

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