En una declaración histórica desde las Cortes de Castilla-La Mancha, el presidente de la Diputación de Albacete, Santi Cabañero, ha expresado su orgullo y satisfacción por la aprobación del nuevo Estatuto de Autonomía para la región, proclamándolo una «herramienta valiente, transformadora y profundamente democrática» cuyo núcleo se centra en los pueblos, su gente y dignidad.
En el evento llevado a cabo en Toledo el 29 de mayo de 2025, Cabañero enfatizó la importancia de la jornada, celebrando el momento como un logro colectivo y felicitando a la ciudadanía por la consecución de un marco de convivencia que viene a mejorar la calidad democrática y el acercamiento entre representantes y representados. Se mostró complacido por el amplio apoyo político al estatuto, que, según él, aporta estabilidad y promete perdurabilidad.
Al destacar los aspectos más destacados del estatuto, Cabañero puso en relieve la mirada municipalista, señalando la importancia del reconocimiento de los municipios, la colaboración horizontal entre administraciones, la creación del Estatuto del Pequeño Municipio y el reconocimiento de la comarca como figura territorial fundamental. Otorgó especial mención a la regulación de mancomunidades y entidades locales menores, brindándoles una base de seguridad jurídica y estabilidad.
Desde su perspectiva, el Título VI marcará una diferencia en el tratamiento del desarrollo rural y la lucha contra la despoblación, afrontándolos como retos estructurales de comunautarios que exigen un enfoque y recursos sostenidos. Valoró positivamente la inclusión del diálogo social como una obligación en el estatuto, demandando la participación de la sociedad civil en cambios normativos.
La igualdad de oportunidades entre ciudadanos, sin importar su lugar de residencia o estatus socioeconómico, fue otro de los elementos celebrados por el presidente, reafirmando su compromiso con la igualdad de género y la lucha contra la violencia de género como tareas permanentes del gobierno regional.
En su conclusión, Cabañero extendió un reconocimiento a todos los implicados en este proceso reformador, desde las personas individuales hasta entidades y colectivos, haciendo énfasis en la contribución de la ciudadanía de Castilla-La Mancha, cuya dignidad y futuro argumentó como el verdadero móvil del avance comunitario representado por el nuevo estatuto.
Este nuevo paso simboliza un reconocimiento a la lucha histórica de la región por la igualdad y la democratización, prometiendo un futuro de avances sustanciales y de cooperación entre diferentes niveles de gobierno para el bienestar de todos los castellanomanchegos. La noticia de la valoración de Cabañero al estatuto es un claro ejemplo del compromiso político hacia una sociedad más equitativa y conectada con sus raíces municipales y rurales.
Fuente utilizada: Dipualba.