El presidente de la Diputación de Albacete, Santi Cabañero, ha ofrecido un balance sobre la situación en Alcalá del Júcar tras la intensa riada que afectó a la localidad. Este jueves, en la radio pública autonómica, Cabañero explicó que, aunque no hubo daños personales que lamentar, sí se registraron importantes daños materiales en la zona.
A primeras horas de la mañana, la Unidad de Emergencias Subacuáticas del Servicio Especial de Prevención y Extinción de Incendios (Sepei) de la Diputación se trasladó a Alcalá del Júcar para iniciar los trabajos de extracción de los vehículos que fueron arrastrados al río. Francisco Ovidio García Ríos, jefe del Sepei, indicó que el procedimiento es «complejo» y necesita ser ejecutado con cautela para evitar más daños. Aún se recuperan dos vehículos situados en una posición complicada, lo que requiere el uso de maquinaria pesada para su extracción.
Cabañero subrayó que la tormenta que afectó a la localidad fue «bastante normal», aunque con un alto nivel de arrastres, lo que provocó la formación de un «río paralelo al Júcar» que arrasó con todo a su paso. Además, destacó que la particular localización de Alcalá del Júcar, enclavada en la roca y sobre el río, conlleva riesgos adicionales como desprendimientos de piedras e inundaciones durante situaciones de fuertes lluvias.
En su visita a la localidad tras el suceso, el presidente manifestó su preocupación inicial por posibles daños personales, especialmente si hubiese habido personas en los vehículos arrastrados. Sin embargo, tras una revisión por parte de los bomberos, se confirmó que todos los vehículos estaban vacíos en el momento de ser arrastrados.
Cabañero agradeció la rápida intervención de los efectivos del Sepei y de los servicios de emergencia, resaltando la importancia de su trabajo para asegurar la zona y facilitar los trabajos de recuperación.
